Nació en Costa Rica en 1941. Nieto de Julio Sánchez Lépiz (1862-1934), uno de los empresarios cafetaleros más acaudalados del primer tercio del siglo XX, propietario de uno de los establecimientos ganaderos más grandes de la provincia de Guanacaste, Taboa, actualmente dedicada a la ganadería y al azúcar y que continúa en poder de sus descendientes.
Estudió derecho y economía en la Universidad de Costa Rica, donde se graduó de abogado en 1967. Obtuvo el doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad de Essex, Inglaterra, a mediados de los años 70.
Fue ministro de Planeamiento y Política Económica en los sucesivos gobiernos del Partido Liberación Nacional (PLN), de José Figueres Ferrer (1970-1974) y Daniel Oduber Quirós (1974-1978). Diputado en la Asamblea Legislativa por la provincia de Heredia en el período 1978-1982, fue también, en la misma época, secretario general del PLN. Fue elegido presidente de Costa Rica para el período 1986-1990.
Óscar Arias Sánchez asumió el gobierno cuando empezaba a superarse lo peor de la crisis económica de 1980-1982, gracias a la gestión presidencial de Luis Alberto Monge Álvarez (1982-1986) y también del PLN. Pero también tuvo que gobernar en el contexto de la crisis política que vivió la región centroamericana a lo largo de la década de 1980. Durante esa crisis se dieron los siguientes procesos: el triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y la desaparición del régimen autoritario de los Somoza en Nicaragua (1979), junto con el sistemático hostigamiento a la Revolución Sandinista por parte de la administración de Ronald Reagan (1981-1989) en los Estados Unidos; la prolongada guerra civil en El Salvador, que duró más de una década; la influyente presencia del Ejército estadounidense en territorio hondureño y los sucesivos gobiernos autoritarios, con acentuada tendencia a la práctica del terrorismo de Estado. Los gobiernos autoritarios fueron una característica del Estado contrainsurgente en Guatemala desde 1978 y sobre todo durante la primera mitad de la década, ya que en la segunda la democracia comenzó a ser institucionalizada.
La administración Arias Sánchez se caracterizó, en el plano interno, por continuar una política económica cautelosa para consolidar la estabilidad macroeconómica alcanzada y para dar impulso a las reformas de orientación neoliberal. En el año 1989 firmó el II Programa de Ajuste Estructural (PAE II) con el Banco Mundial. En ese mismo año alcanzó una exitosa negociación de la deuda pública externa, que desde entonces dejó de representar un problema económico serio para el país, no siendo éste el caso actual de la deuda interna del Estado. En el ámbito nacional se destacó su ambiciosa política habitacional para distintos sectores sociales, especialmente los populares.
A pesar de que en 1983 Monge Álvarez declaró la neutralidad perpetua, activa y no armada de Costa Rica, con el objetivo de resistir a las presiones del gobierno Reagan, en la práctica no pudo impedir que los Estados Unidos utilizaran el territorio nacional para sus propósitos antisandinistas. Arias Sánchez sostenía en esos momentos que, aunque Costa Rica no implicaba ningún problema para América Central, antes bien era un ejemplo de régimen democrático representativo operante, la crisis política centroamericana sí constituía un gran peligro para el desarrollo del país. En tanto la región no se inclinara a solucionar sus conflictos, es decir, a trabajar por la paz y la democracia, sería difícil para la sociedad costarricense gozar de una tranquilidad que alentase inversiones económicas, más allá de los riesgos propiamente políticos derivados de las presiones del gobierno estadounidense para aprovechar el territorio nacional en beneficio de su estrategia antisandinista.
Primeramente, a partir de 1983 se desarrollaron negociaciones diplomáticas en la región con la participación del denominado Grupo de Contadora (compuesto por Panamá, Colombia, Venezuela y México) para encontrar una salida alternativa a las pretensiones de los Estados Unidos en relación con el conflicto centroamericano. Luego, a partir de 1985, se sumó a ese esfuerzo latinoamericano el Grupo de Apoyo a Contadora (formado por Brasil, Argentina, Perú y Uruguay), que realizó negociaciones complejas y prolongadas pero nunca concluidas. Después llegó la propuesta del presidente guatemalteco democráticamente electo, Vinicio Cerezo, dada a conocer en el pueblo de Esquipulas (Guatemala), en mayo de 1986. Y un poco más tarde, en febrero de 1987, Óscar Arias Sánchez tomó la iniciativa con su plan llamado “Una hora para la paz”, que despertó sospechas en algunos de que se trataba de una propuesta estadounidense utilizando a otra persona. Sin embargo, otros la entendían como una iniciativa surgida en América Central y que tenía cierta viabilidad política. El acuerdo, avalado por todos los presidentes centroamericanos (Cerezo, de Guatemala; Azcona, de Honduras; Duarte, de El Salvador; Ortega, de Nicaragua; y Arias, de Costa Rica) en Esquipulas, entre el 6 y 7 de agosto de 1987, conocido como Esquipulas II, que se vio materializado en el documento “Procedimiento para establecer la paz firme y duradera en América Central”, aceleró la pacificación y la transición democrática en el conjunto de la región.
Al final del mismo año, se le otorgó a Arias el Premio Nobel de la Paz, propuesto antes en varias ocasiones a otro costarricense, José Figueres Ferrer, por haber abolido el Ejército en 1948.
Como, por determinación de una reforma constitucional de los años 50, no existía en Costa Rica reelección presidencial, Arias, al concluir la presidencia con 49 años de edad, se dedicó a promover la reducción de gastos en armamentos a escala mundial, a dictar conferencias en el exterior y a participar de distintas organizaciones de proyección internacional.
En el año 2003, la Corte de Constitucionalidad (establecida en 1990) revirtió una decisión tomada con anterioridad que ratificaba la no reelección presidencial, y abrió nuevamente esa posibilidad. En los diferentes sectores políticos del país, incluyendo al ex presidente Monge Álvarez del PLN, esa decisión fue interpretada como producto de una influencia inadmisible de Arias Sánchez. En febrero de 2006, Arias fue elegido presidente por segunda vez. El candidato del PLN obtuvo el 40,82% de los votos válidos, y Arias Sánchez volvió al cargo –hasta 2010– después de 20 años.
- Óscar Arias Sánchez, presidente de la República de Costa Rica, y su hija, Sylvia Arias, posando para la foto con el presidente de los Estados Unidos Barack Obama y la primera dama Michelle Obama durante la recepción en el Metropolitan Museum en Nueva York, septiembre de 2009 (Lawrence Jackson/White House)
Entre sus obras se destacan Grupos de presión en Costa Rica (1971), su tesis de doctorado titulada ¿Quién gobierna en Costa Rica? (1976), Nuevos rumbos para el desarrollo costarricense (1979) y Horizontes de paz: selección de discursos (1990).