Nacido el 2 de julio de 1930 en la provincia de La Rioja, Carlos Saúl Menem fue el primer hijo de los sirios Saud Menehem y Mohibe Akil, propietarios de un almacén, quienes más tarde tendrían dos hijos más: Munir y Eduardo. El apellido fue “castellanizado” por Migraciones. Carlos Menem cursó sus estudios primarios y secundarios en La Rioja. Luego estudió abogacía en Córdoba y, en 1958, ingresó en la política. Fundó el Partido Populista y fue designado interventor de la Juventud Peronista Riojana. En 1964 viajó a Siria, de donde era originaria la familia Yoma Gazal, para buscar una esposa.
Visitó a Juan Domingo Perón en España, representando a la Juventud Peronista Riojana. A su regreso en La Rioja abrió un estudio de abogacía con su hermano Eduardo. En 1966 se casó con Zulema Yoma, con quien tuvo dos hijos, Carlos Saúl (1968-1995), que murió en un accidente aéreo, y Zulema María Eva (1970). En 1972 participó del vuelo fletado que trajo a Perón de vuelta del exilio a la Argentina por primera vez.
El “salariazo” y la revolución productiva
Su alineamiento con la Juventud Peronista y su popularidad en La Rioja le permitieron encabezar la fórmula provincial del justicialismo y, en 1973, se convirtió en el gobernador más joven de la Argentina. El 24 de marzo de 1976 fue detenido. Confinado en la provincia de Formosa, tuvo una relación amorosa con María Elizabeth Meza, con quien tuvo un hijo: Carlos Fair.
En 1981 fue liberado y, en 1983, resultó electo gobernador de su provincia nuevamente. En 1985 integró el Frente Renovador del Justicialismo, donde fue elegido en 1988 para ser candidato a presidente en las elecciones que ganaría con casi el 50% de los votos al año siguiente. Debido a los graves conflictos económicos y sociales que enfrentaba el gobierno radical, Menem asumió la presidencia cinco meses antes por la renuncia de Raúl Alfonsín.
Sus promesas electorales habían sido el salariazo y la revolución productiva. La situación argentina era crítica: había hiperinflación y saqueos a los comercios. Menem acordó una alianza con la mayor empresa privada del país, Bunge y Born (Plan BB), a la que le entregó el Ministerio de Economía, a través de Néstor Rapanelli. Domingo Cavallo fue designado ministro de Relaciones Exteriores. El conservador liberal Álvaro Alsogaray fue nombrado asesor y su hija María Julia fue honrada con cargos importantes.
Con esas alianzas, Menem invertía la tradición histórica del peronismo. En sintonía con las políticas neoliberales de los think thanks norteamericanos, inició la primera ola de privatizaciones. El descontento de la izquierda peronista se expresó en la ruptura de la Confederación General del Trabajo (CGT) y de los legisladores.
En 1989 Menem concedió una serie de indultos a militares condenados por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura. A pesar del rechazo social, indultó a la alta jerarquía militar (Jorge Rafael Videla, Emilio Massera y Roberto Viola), al ideólogo y conductor de la Guerra de las Malvinas (Leopoldo Galtieri) y a los líderes de los levantamientos “carapintadas” durante el gobierno de Alfonsín. También fueron indultados los líderes montoneros Mario Firmenich y Roberto Vaca Narvaja.
Su alianza con el establishment desató pasiones ultranacionalistas, como la sublevación del coronel Mohamed Alí Seineldín, que denunciaba la guiñada neoliberal del gobierno y el incumplimiento de las promesas electorales. Los sublevados fueron reprimidos y apresados. En 1990 renunció Rapanelli y fue sucedido por Antonio Erman González, uno de los más fieles escuderos de Menem. En ese mismo año, la Corte Suprema de Justicia de la Nación fue ampliada de cinco a nueve miembros, lo que originó la existencia de una “mayoría automática” de cinco jueces vinculados con el gobierno.
A comienzos de 1991 el Plan BB comenzó a manifestar su fracaso: entre diciembre de 1990 y enero de 1991 sobrevino un nuevo período hiperinflacionario. El Ministerio de Economía le fue confiado a Cavallo, quien proyectó el Plan de Convertibilidad, por el cual un dólar equivalía a un peso. De esa manera se reflotaba la idea de José Alfredo Martínez de Hoz, ministro de Economía durante la dictadura: un dólar barato como seguro de cambio para las inversiones extranjeras y una política de paridad cambiaria que debería mantenerse con la venta de activos públicos o con la adquisición de más deuda externa. En 1993 el menemismo salió victorioso en las elecciones legislativas parciales. Esa victoria le otorgó al justicialismo una hegemonía incuestionable.
Neoliberalismo y reelección
Menem propuso una reforma constitucional para poder ser reelecto en las elecciones de 1995. Fue así como nació el Pacto de Olivos entre Menem y el principal líder de la oposición, Raúl Alfonsín. Tal acuerdo implicaba la aceptación de la reforma constitucional a cambio de algunos requisitos exigidos por el radicalismo, como la reducción del mandato presidencial de seis años a cuatro, la instauración del mecanismo de segunda vuelta electoral, la transición a un régimen semiparlamentario que atenuase el presidencialismo y la concesión de cargos a jueces radicales en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En 1992, el terrorismo fundamentalista irrumpió en la Argentina: primero con el atentado a la Embajada de Israel (dejando un saldo de 30 muertos) y, posteriormente, en 1994, contra la Asociación Mutual Israelita (que dejó 85 muertos).
En 1995 Menem fue reelegido con el 51% de los votos contra la alianza Frente para un País Solidario (Frepaso), integrada por José Octavio Bordón y Carlos Álvarez. En aquel momento la Argentina alcanzaba su índice histórico de desempleo: 18%. Los atentados terroristas fueron vistos como una consecuencia de la política exterior de Menem: el ciclo de las “relaciones carnales” con los Estados Unidos y los organismos financieros internacionales. Contra la voluntad de la mayoría, Menem envió tropas a la Guerra del Golfo Pérsico. En sintonía con esa estrategia, buscó el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con el Reino Unido luego de la Guerra de las Malvinas. En el contexto de las economías regionales, el primer período menemista estuvo signado por el tratado del Mercosur, que, integrado por la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, entró en vigencia el 1.º de enero de 1995.
El descontento por las consecuencias del Plan de Convertibilidad (recesión, desempleo y pobreza) hizo crecer una importante oposición, encabezada por el Frepaso. Después de conducir el proceso más vasto de privatización y apertura de la economía, Cavallo se retiró del gobierno en medio de una fuerte polémica con el empresario de Correos y Telégrafos Alfredo Yabrán, vinculado al gobierno. No quedó nada sin privatizar: petróleo, comunicaciones, servicios de transporte, agua, electricidad. La economía argentina se “extranjerizó” definitivamente: de 530 grandes empresas, más de 350 eran extranjeras.
Los gremios organizaron dos huelgas generales sucesivas. En un escenario de creciente corrupción (los casos más resonantes fueron la venta ilegal de armas a Ecuador y a Croacia y la informatización del Banco Nación por la empresa IBM), Menem buscó su “re-reelección”. En las elecciones legislativas de 1997, la amplia derrota del gobierno interrumpió el dominio del oficialismo y revitalizó a los partidos de la oposición (Radicalismo y Frepaso), unidos en una coalición: la Alianza. El peronismo histórico, representado por el gobernador de Buenos Aires Eduardo Duhalde, y el peronismo neoliberal, representado por Menem, se enfrentaron hasta su ruptura. Ambos disputaban la sucesión presidencial de 1999. El asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas, en enero de 1997, y la protesta docente, que instaló una carpa blanca como forma de manifestación pacífica frente al Congreso de la Nación durante más de mil días, pusieron fin a las ansias de “re-reelección” de Menem.
La derrota contra el radicalismo
En 1999, la Alianza UCR-Frepaso ganó las elecciones presidenciales con el 48,5% de los votos. Menem fue detenido (y luego liberado) en el marco de la investigación judicial por la venta ilegal de armas a Ecuador y a Croacia. En 2000 se casó con la presentadora de televisión chilena Cecilia Bolocco, con quien, en 2004, tuvo un hijo, Máximo Saúl. Con causas judiciales pendientes por enriquecimiento ilícito, en 2005, Menem pasaba la mayoría de sus días en Chile.
El ex presidente se eligió senador en 2005. En 2013, a los 82 años, fue condenado en última instancia a siete años de prisión por contrabando de armas para Ecuador y Croacia, violando los embargos internacionales vigentes en la década de 1990. No llegó a ser preso, pues el Congreso argentino mantuvo su inmunidad.