OEA

Organización de los Estados Americanos

La Organización de los Estados Americanos (OEA) es el principal foro político para el diálogo multilateral y la toma de decisiones de carácter continental. Se creó en 1948, en medio de los violentos disturbios que tuvieron lugar en Bogotá –conocidos como el “Bogotazo”– como consecuencia del asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, en el momento en que estaba reunida allí la IX Conferencia Interamericana con el objetivo de recrear la Unión Panamericana. La Carta de la Organización de los Estados Americanos, firmada el 30 de abril de 1948, entró en vigencia el 13 de diciembre de 1951.

Los principios y objetivos incorporados a la Carta de la OEA se remontan a la Primera Conferencia de los Estados Independientes de América, concluida en abril de 1890, en Washington, y que dio lugar al establecimiento de la Unión Internacional de las Repúblicas Americanas y a la creación de la Oficina Comercial de las Repúblicas Americanas. La Unión Internacional de las Repúblicas Americanas promovió sucesivas reuniones internacionales en las Américas: Ciudad de México (1901), Río de Janeiro (1906), Buenos Aires (1910), Santiago (1923), La Habana (1928), Montevideo (1933) y Lima (1938).

Desde su creación, la OEA creció con la incorporación de nuevos Estados miembro, que actualmente suman 35: Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, El Salvador, Ecuador, Estados Unidos, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Santa Lucía, Saint Kitts y Nevis, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.

El gobierno de Cuba fue excluido de la OEA durante la VIII Reunión de Consulta de los Cancilleres Americanos, realizada entre el 23 y el 31 de enero de 1962, en Punta del Este. De la reunión resultó la resolución de excluir al gobierno revolucionario cubano de la OEA, y no a Cuba, sutileza capciosa para justificar la aplicación de la medida, aprobada por sólo 14 votos (Uruguay dio el decimotercero y Haití, el decimocuarto voto, después de que los Estados Unidos le prometieran una financiación de US$ 5 millones para la construcción de un aeropuerto en Puerto Príncipe), con seis abstenciones (Brasil, México, Argentina, Chile, Bolivia y Ecuador) y un voto en contra (Cuba). La posición de Brasil, unificada con la de México, liderando el Grupo de los Siete, fue entonces fundamental para forzar la retirada de los Estados Unidos e impedir la adopción de sanciones económicas o militares, la recomendación de la ruptura de relaciones diplomáticas con el gobierno de Fidel Castro y el ultimátum para que el gobierno de Castro cortara sus lazos con el llamado Bloque Chino-Soviético. La predominancia de los Estados Unidos, que hasta aquel momento venían manipulando e instrumentalizando a la OEA sin mayor resistencia, comenzó a disminuir.

El 5 de junio de 2001, los jefes de Estado y de gobierno de las Américas, reunidos en Quebec (Canadá), aprobaron, durante la Tercera Cumbre de las Américas, la Cláusula Democrática, consustanciada por la Asamblea General de la OEA en la Carta Democrática Interamericana –OEA/Ser.P/AG/RES. 1838 (XXXI-O/01)–, la cual complementó y desarrolló lo previsto en la resolución AG/RES. 1080 (XXI-O/91), con el objetivo de “promover, preservar y fortalecer la democracia representativa, considerada indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo de la región”.

La OEA fue reformada por el Protocolo de Buenos Aires (27/2/1967); Protocolo de Cartagena de Indias (5/12/1985); Protocolo de Washington (14/12/1992) y Protocolo de Managua (10/6/1993).

El chileno José Miguel Insulza asumió como secretario general de la OEA en 2005, fue reelecto en 2009 y terminó su segundo mandato en marzo del 2015. Fue sucedido por el uruguayo Luis Almaro, que declaró como objetivo renovar la institución y alzarla a una posición de destaque en el escenario mundial.

A lo largo del período Insulza, la entidad enfrentó dos grandes crisis institucionales en Honduras y en Paraguay y tuvo posturas distintas frente a cada una de ellas. Se posicionó contra el golpe en Honduras, en 2009 y negoció el restablecimiento del orden político en el país, sin, no obstante, conseguir restituir al presidente depuesto, Manuel Zelaya, al cargo. En razón del golpe, la entidad decidió por la suspensión de Honduras de sus cuadros. La reintegración se dio dos años después, cuando el entonces presidente hondureño Porfirio Lobo garantizó respetar la constitución.

En 2012, frente a la crisis política en Paraguay que resultó en el impedimento del presidente Fernando Lugo, la OEA optó por formar una misión de observación de las nuevas elecciones en el país, mientras el Mercosur y Unasur declararon la suspensión inmediata de Paraguay de sus cuadros. La OEA llegó a declarar que los derechos de defensa del expresidente no fueron respetados. Pero organizó, en abril del 2013, una reunión en apoyo a Federico Franco, vicepresidente que asimió la presidencia de Paraguay después de la separación de Fernando Lugo. De los entonces 34 estados afiliados a la OEA, 21 no participaron en este encuentro.

En 2009 se iniciarion los dialogos para la vuelta de Cuba a la OEA y para la suspensión del embargo económico al país. En junio del 2014, los países de América Latina y del Caribe reiteraron su apoyo a Cuba, en la Asamblea Ordinaria de la entidad realizada en Paraguay y apoyaron la invitación para que el país participara del siguiente encuentro, en Panamá. En 2015, la OEA aprobó una resolución de apoyo a la retomada de las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y Cuba.

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por admin Conteúdo atualizado em 20/04/2017 22:10