UNE

União Nacional dos Estudantes

Fundada el 13 de agosto de 1937, la Unión Nacional de los Estudiantes es la organización más antigua y tradicional de los movimientos sociales brasileños que aún se encuentra en actividad. A comienzos del siglo XXI representaba a los entonces tres millones de universitarios del país.

Formó líderes en todas las áreas y matices, para casi todos los partidos y corrientes del espectro político brasileño, como los laboristas, fundadores de la entidad, José Gomes Talarico y Hélio de Almeida, Marco Maciel (PFL actual DEM) y ex vicepresidente de Fernando Henrique Cardoso, José Serra (PSDB), José Dirceu (PT), Aldo Arantes (PCdoB), Aldo Rebelo (PCdoB) y Lindberg Farias (PT).

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El edificio de la UNE tomado por estudiantes en la playa Flamengo, en Río de Janeiro, en los años 1960 (Archivo UNE)

Convocó a grandes campañas nacionales, como la lucha para que Brasil le declarase la guerra al Eje en 1944 y la campaña “El Petróleo es Nuestro”, entre los años 1952 y 1953, que llevó a la instauración del monopolio estatal del petróleo (roto en 1997) y a la creación de la empresa Petrobras. En 1961 se sumó a la “cadena de la legalidad”, convocada por Leonel de Moura Brizola en el estado de Rio Grande do Sul y que venció el primer intento de golpe contra João Goulart. Desempeñó un papel decisivo en la lucha contra la dictadura instaurada en 1964, que la atacó duramente, llevando a decenas de sus dirigentes a los calabozos y a la muerte y relegándola a la ilegalidad.

Durante los años 60, la UNE se convirtió en sinónimo de la resistencia contra el régimen autoritario, al defender la ampliación del acceso a la universidad pública. En aquella época realizó los seminarios sobre la reforma universitaria, la UNE Volante y la Huelga de Un Tercio (que reivindicaba un tercio de representantes estudiantiles en los Consejos Universitarios). De sus entrañas surgió uno de los movimientos culturales más significativos de la época, el Centro Popular de Cultura (CPC), formador de una generación de artistas que marcaría las décadas siguientes: Oduvaldo Vianna Filho, Augusto Boal y Gianfrancesco Guarnieri, en teatro; el cineasta Carlos Diegues, y el poeta Ferreira Gullar, entre otros.

En 1968, el asesinato del estudiante secundario Edson Luís en el restaurante popular estudiantil, llamado “Calabouço”, en Río de Janeiro, llevó a la UNE a convocar a una manifestación que pasaría a la historia como la Marcha de los Cien Mil (hasta aquel momento la mayor nunca antes realizada en el país), que reunió a la intelectualidad democrática de la época y desafió fuertemente a la dictadura. Poco después, en octubre de ese año, más de setecientos delegados reunidos en el 30.º Congreso de la UNE, en Ibiúna (Estado de São Paulo), fueron apresados, poco antes del recrudecimiento y la represión con el Acto Institucional n.º 5, en diciembre. A partir de entonces, muchos dirigentes estudiantiles fueron detenidos, torturados y asesinados, como su presidente Honestino Guimarães, su vicepresidenta Helenira Rezende (asesinada en la Guerrilla del Araguaia) y Alexandre Vannuchi Leme.

Refundación en 1979

Pese a la brutal represión, la UNE renació a fines de los años 70 con las manifestaciones y asambleas estudiantiles que, entre los años 1976 y 1979, volvían a construir centros y directorios académicos y a clamar por libertades democráticas. La dictadura aún intentaría repetir la lección de Ibiúna, encarcelando a más de seiscientos estudiantes que, el 22 de septiembre de 1978, realizaban en la Pontificia Universidad Católica de São Paulo (PUC-SP) un encuentro clandestino que marcó la fecha del congreso de refundación de la entidad. Para ello, las tropas militares invadieron el campus de la universidad católica y dejaron a tres estudiantes gravemente heridos por bombas incendiarias. A pesar de ello, el 31.º Congreso fue realizado en Salvador con más de 7.000 delegados, demostrándole al régimen la clara resurrección de la entidad.

En 1984 y 1985, la UNE participó activamente del movimiento de las Directas Ya. En 1985 recuperó formalmente la legalidad gracias a la aprobación del proyecto de ley del diputado federal y ex presidente de la entidad, Aldo Arantes. Derrotada la enmienda de las directas, la UNE apoyó a Tancredo Neves en su carrera hacia la presidencia de la República, aunque fuera por la vía indirecta. En 1989 cumplió un importante papel al formar el Frente Brasil Popular, que lanzó la candidatura de Luiz Inácio Lula da Silva. En los años 80 y 90, la UNE y la Unión Brasileña de Estudiantes Secundarios (UBES) presionaron con éxito para que fueran aprobadas las leyes de media entrada para cines y teatros, y medio pase estudiantil en los transportes urbanos, lo que sería puesto en práctica con la presentación de los carnés emitidos por las dos entidades, consagrando una fuente de ingresos segura para los estudiantes.

En su 42.º Congreso, llevado a cabo en 1992, la UNE aprobó la campaña “Fuera Collor”. Los estudiantes salieron a las calles con los rostros pintados de verde y amarillo, lo que le valió a esa generación el apodo de “caras pintadas”. Fueron las movilizaciones más masivas de la historia de la UNE y colaboraron decisivamente con el juicio político que destituyó al presidente Fernando Collor de Mello. En 1994, el presidente Itamar Franco fue invitado por los estudiantes a tomar una cerveza en el histórico Café Lamas, un restaurante carioca, para sellar la devolución del histórico terreno de la Playa de Flamengo a la UNE, donde funcionaba su sede antes de que fuera demolida en 1980 por orden del general João Figueiredo.

En los años 90, la expansión de la enseñanza privada hizo que los alumnos de las instituciones pagas fueran la mayoría de los representados por la entidad, lo que motivó varias luchas a su favor. La defensa del crédito educativo y de los deudores, la lucha contra los altos aranceles, la denuncia del autoritarismo en la red privada y de la baja calidad de la enseñanza fueron expresiones de ese cambio de foco. En las instituciones públicas, el foco estuvo en la lucha por asistencia estudiantil y contra el recorte de partidas, en las huelgas de las universidades y en el boicot al Provão, nombre con el que se conoció el examen nacional instituido durante la gestión de Fernando Henrique Cardoso, tomado a los estudiantes de los últimos semestres para evaluar las carreras que estaban cursando.

La UNE fue una de las principales entidades nacionales que se resistieron a las privatizaciones de empresas estatales y al ahorcamiento del presupuesto de las universidades públicas, realizados durante los ocho años de gobierno del PSDB. En 1999, en Salvador, retomó su trabajo cultural con la I Bienal de Arte y Cultura y con los Centros Universitarios de Cultura y Arte (CUCA). Los años 90 también marcaron una creciente aproximación a los movimientos sociales, reunidos en el Forum Nacional de Luchas y, más tarde, en la Coordinación de los Movimientos Sociales. El período quedó signado por acciones conjuntas con la Central Única de los Trabajadores (CUT), el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y la Coordinación Nacional de Moradores (CONAM), además de la participación activa en los Foros Sociales Mundiales (FSM).

En 2002, un plebiscito nacional, del que participaron más de 400.000 votantes, demostró su apoyo a Lula da Silva. Con la victoria del PT, la UNE retomó su lucha en favor de la reforma universitaria, promoviendo manifestaciones callejeras y una caravana nacional, y varias de sus propuestas fueron incluidas en la (contra)reforma universitaria del gobierno, como la reserva de vacantes, los cursos nocturnos, el fin de la lista triple para elección de rectores, la autonomía financiera, la asistencia estudiantil, la expansión del acceso a la universidad y las garantías al derecho de organización estudiantil en la red privada.

Dirigida desde los años 80, con algún que otro intervalo, por una mayoría de cuadros ligados al Partido Comunista de Brasil (PCdoB), la UNE ejecutó, bajo el gobierno del PT (del cual el PCdoB participó desde el comienzo) una política de “diálogo y presión”, la cual, según sus dirigentes, es fruto de la ambigüedad del gobierno. Se pronunció oficialmente contra la campaña que se avizoraba para el juicio político a Lula, durante el escándalo del “mensalão ” [nombre con el que se conocieron las sospechas que rodearon al gobierno por el pago de sobresueldos] en 2005. En agosto de aquel año, la UNE y la Coordinación de los Movimientos Sociales realizaron actos masivos por el país y en Brasilia, en defensa del mandato de Lula, aunque manifestando críticas hacia su política económica y exigiendo que se investigaran las denuncias de corrupción.

por admin Conteúdo atualizado em 21/05/2017 15:22