Grupo teatral fundado en La Habana (Cuba) en 1986 por la actriz, profesora y directora artística Flora Lauten, con dos promociones de egresados de actuación del Instituto Superior de Arte, con quienes había puesto en escena Electra, versión del texto de Virgilio Piñera, y El lazarillo de Tormes. Flora integró el elenco del Grupo Teatro Estudio en los años 60, bajo la orientación del maestro Vicente Revuelta, y también los elencos de puestas como La noche de los asesinos, de José Triana, y Contigo pan y cebolla, de Héctor Quintero. También con Vicente Revuelta fundó el Grupo Los Doce, caracterizado por las búsquedas experimentales. Fue miembro del núcleo fundador del Grupo Teatro Escambray con Sergio Corrieri y, mientras trabajaba con la gente del campo en la comunidad de La Yaya, estrenó como directora y dramaturga. Fue miembro del grupo Cubana de Acero, emplazado en la fábrica siderúrgica del mismo nombre –como el Escambray, puntero del movimiento de teatro nuevo en los años 70–. Allí actuó en Huelga, de Albio Paz, bajo la dirección del colombiano Santiago García, otro de sus maestros.
Con el grupo Buendía, Flora Lauten propuso un teatro que respondiese a las necesidades temáticas y expresivas de los más jóvenes. Desde su fundación, el grupo desarrolló dos líneas paralelas de trabajo: la creación de espectáculos y un laboratorio de investigación sobre los medios expresivos del actor, las tradiciones culturales de América Latina y el Caribe y la renovación de los lenguajes escénicos.
El grupo supo integrar esencias nacionales con textos y referencias universales en reescrituras textuales y escénicas de Raquel Carrió y Flora Lauten como Lila, la mariposa (1985), Las perlas de tu boca (1988-89), La increíble historia de la Cándida Eréndida y su abuela desalmada (1992), Bacantes (2001), Charenton (2005) y otras. Muchos de esos montajes ganaron el Premio Villanueva, que la crítica cubana otorga anualmente a los espectáculos más significativos. En 1998, Buendía recibió el Premio Ollantay, concedido por el Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (Celcit), por la calidad de sus espectáculos y sus contribuciones al teatro de América Latina y el Caribe.
El estudio de las relaciones entre la música, la danza y la interpretación, así como la formulación de nuevas formas de escritura escénica y dramaturgia del espectáculo consolidaron el prestigio internacional de un grupo que presentó su repertorio en los más exigentes festivales y escenarios de América Latina y del Norte, Europa, Asia, África y Australia. Flora Lauten y Raquel Carrió son fundadoras de la Escuela Internacional de Teatro de América Latina y el Caribe (Eitalc) y promovieron numerosos talleres internacionales. También formaron parte de equipos pedagógicos en sesiones de la Escuela Internacional de Antropología Teatral (ISTA, International School of Theatre Anthropology), bajo la dirección de Eugenio Barba, y son docentes del Instituto Superior de Arte.
El magisterio de Flora Lauten contribuyó en la formación de nuevas voces de la dirección escénica cubana, como Carlos Celdrán, director del Argos Teatro; Nelda Castillo, directora de El Ciervo Encantado; Antonia Fernández, directora del Estudio Teatral Vivarta; además del actor José Antonio Alonso, del propio grupo Buendía, que incursionó en la dirección con La octava puerta y De París un caballero.