Rastafarismo

En 1927, Marcus “Mosiah” Garvey, nacido el 17 de agosto de 1887 en la ciudad de St. Ann’s Bay, en Jamaica, profetizó desde la ciudad de Nueva York: “Miren hacia África, allí será coronado un rey negro, él será el Redentor”. En 1930, cuando el Ras (príncipe) etíope Tafari Makoneen fue coronado emperador de Etiopía como Haile Selassie, la profecía pareció cumplirse a los ojos de los seguidores jamaiquinos de Garvey. En ese momento comenzó el culto de la figura de Ras Tafari como Jah (Jehová), o sea Dios.

Garvey fue uno de los más importantes líderes negros de la primera mitad del siglo XX. Era descendiente de los maroons (grupo de esclavos rebeldes que huyeron hacia el interior de la isla, como ocurrió en Brasil, Colombia, Cuba y otras partes). En Jamaica tuvo experiencia en política sindical. Viajó por diversos países como Panamá, Nicaragua, Honduras, Venezuela, Colombia e Inglaterra. Tomó contacto con la literatura islámica sobre los imperios egipcio y etíope, y con los escritos de los líderes negros norteamericanos Booker T. Washington y W. E. Burghardt Du Bois. En 1916, en Harlem, Nueva York, fundó la Universal Negro Improvement Association (UNIA). Garvey predicaba el retorno de los descendientes de esclavos hacia África, “Africa for the Africans”. Excelente orador, mezclaba ideas religiosas, políticas, cristianismo, creencias tradicionales jamaiquinas y críticas al racismo global. Sus prédicas fueron la base de lo que después se conoció como rastafarismo.

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Un discípulo del movimiento rastafari en Bridgetown, capital de Barbados (Klaus-J. Kahle/Wikimedia Commons)

El libro sagrado del rastafarismo es conocido como Holy Piby, y fue compilado entre 1913 y 1917 por Robert Athlyi Rogers, natural de Anguila. Ejemplares del libro se diseminaron rápidamente por diversos países. A partir de los años 30, el movimiento rastafari ganó fuerza y complejidad en Jamaica, hasta adquirir connotaciones aún más politizadas, ligadas a las disputas por tierras y revueltas campesinas. Diversos líderes consolidaron en esa época el corpus principal de la doctrina. La prohibición de la ingesta de alcohol, tabaco y carnes, principalmente de cerdo, además de seres marinos o de apariencia ambigua, venía a repetir las abominaciones del Levítico. Todo lo que era tabú debería ser rechazado en nombre de aquello que fuese ital , o sea, natural o limpio. También se prohibía peinar o cortar el cabello. Siguiendo los preceptos del Levítico, el cabello debería crecer libremente, formando trenzas enmarañadas, conocidas como dreadlocks (de “dread”, abominable, chocante y “lock”, mechas de cabello). Estaba recomendado el consumo de ganja, o marihuana (Cannabis sativa ), fumada en grandes cantidades, ya que la droga era conocida como “hierba de la sabiduría”. Finalmente, Occidente, con todo su aparato racista, capitalista y blanco, era, y aún es, conocido por los devotos como Babilonia. Su fin, previsto en el Apocalipsis, representaría la redención del Pueblo Negro.

Cayó, cayó Babilonia, la grande. Se ha convertido en morada de demonios, en guarida de los espíritus inmundos y de aves impuras y abominables, porque todas las naciones bebieron el vino de su lujuria, pecaron con ella los reyes de la tierra, y los mercaderes de la tierra se enriquecieron con el exceso de su lujo. ( Apocalipsis , 18:1-3)

En la década de 1960, la increíble miscelánea de creencias religiosas y proselitismo político se asoció al efervescente movimiento musical de Jamaica. Cuando la fusión del mento, tradicional ritmo jamaiquino, con el rythm and blues norteamericano dio origen al ska y posteriormente al reggae, la filosofía rastafari estaba lista para encontrar un poderoso instrumento de divulgación. El cantante y compositor Robert Nesta Marley, Bob Marley, que logró un gran éxito a partir de los años 70 con la banda The Wailers, se convirtió al rastafarismo e hizo de su música el vehículo de difusión mundial de las ideas panafricanistas y místicas de Garvey y otros, transformando la figura de Selassie en uno de los mayores íconos de la diáspora africana. Actualmente el rastafarismo, sea como religión o como fuente de estilos estéticos contraculturales, tiene una enorme influencia en la juventud negra de las Américas, sobre todo en Jamaica, Brasil y los Estados Unidos.

por admin Conteúdo atualizado em 21/05/2017 00:25