El actual Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico de Brasil conserva la sigla del Consejo Nacional de Investigación (CNPq, Conselho Nacional de Pesquisa), que se constituyó en 1951. Su creación expresó la institucionalización de la investigación científica en los grandes centros durante la posguerra y la preocupación desarrollista del Estado brasileño. La Ley N° 1.310 del 15/01/1951, que lo institucionalizó, definió como objetivo promover el desarrollo de la investigación científica y tecnológica en todos los dominios del conocimiento, confiriendo un papel estratégico al control de la energía nuclear para la afirmación y el desarrollo de la soberanía nacional. Esta ley prohibió la exportación de boro y uranio, poniendo bajo la tutela del Estado, por intermedio del CNPq y, de ser necesario, de las Fuerzas Armadas, las actividades referentes al aprovechamiento de la energía atómica, sin perjuicio de la libertad científica.
Para ejercer dichas funciones, el CNPq se apoyó en organismos especializados como la Comisión de Energía Atómica (CEA) o el Instituto de Energía Atómica (IEA) y administró el Instituto Brasileño de Bibliografía y Documentación (IBBD, 1954) –transformado en Instituto Brasileño de Información en Ciencia y Tecnología (IBICT) en 1975–, el Instituto de Matemática Pura y Aplicada (IMPA, 1952), el Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia (INPA, Instituto Nacional de Pesquisas da Amazonia, 1954), el Instituto de Investigaciones Viales (IPR, Instituto de Pesquisas Rodoviárias, 1957) −desvinculado en 1972– y el Grupo de Organización de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (1961), que formó el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais, 1971). Incorporó también a su gestión, en 1976, el Centro Brasileño de Investigaciones Físicas (CBPF, Centro Brasileiro de Pesquisas Físicas) y el Observatorio Nacional (ON).
Vaciamiento
A pesar de sus amplios objetivos, el CNPq actuó mucho más en el campo de la formación de recursos humanos que en el de la investigación tecnológica. Contribuyó en ello de forma decisiva la dependencia tecnológica de Brasil. Sus recursos se concentraron, desde el inicio, en la investigación biológica, física, química y agronómica, pero se fueron vaciando, pasando a representar del 0,28% al 0,11% del presupuesto estatal entre 1956 y 1961. En el gobierno de João Goulart sus partidas presupuestarias aumentaron, pero el golpe militar abortó esa experiencia y redefinió la actuación del CNPq. Incorporó a éste dos nuevos campos para el fomento a la investigación (ciencias sociales y veterinaria), lo desvinculó del campo de la energía atómica, concentró su actuación en la formulación de políticas científicas y tecnológicas y restringió su autonomía financiera, poniendo el énfasis en la necesidad de que se mantuviera coordinado con otros organismos del gobierno.
De ente autárquico vinculado directamente con la Presidencia de la República, el CNPq se transformó, en 1974, en una fundación subordinada a la Secretaría de Planeamiento del Presidente de la República, adoptando su denominación actual. Debía ayudar al ministro de Estado de la Secretaría de Planeamiento en la coordinación y elaboración de los Planes Básicos de Desarrollo Científico y Tecnológico (PBDCT) y promover el fomento de la investigación mediante becas y ayudas. Su principal soporte económico fue el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FNDTC, 1969), cuya secretaría ejecutiva, la Financiadora de Estudios y Proyectos (FINEP, 1967), era independiente, pero subordinada a la misma Secretaría. En 1985, con la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT), se incorporó a éste.
Impacto de las políticas neoliberales
Entre 1966 y 1976, el CNPq mantuvo las inversiones en ciencias sociales en niveles limitados –un promedio del 4,7%–, ligeramente por debajo de la participación relativa de veterinaria en los gastos totales del Consejo. Después de haber fomentado, en los años 70 y 80, un sustancial crecimiento de las erogaciones en investigación y formación de recursos humanos, el CNPq, a partir de la implementación de las políticas neoliberales en el gobierno de Fernando Collor de Mello y, más tarde, en el de Fernando Henrique Cardoso, registró una fuerte caída en sus gastos, expresando la adaptación del desarrollo científico en los países periféricos a la nueva versión de la teoría de las ventajas comparativas, que pretende concentrar la ciencia básica en los países centrales.
La suma de los gastos en ayudas, becas nacionales y en el exterior del CNPq, en valores de 2001, registró la siguiente evolución: 1980, R$ 132,5 millones; 1994, R$ 846 millones y 2001, R$ 545 millones. El mayor recorte se dio en los recursos destinados a becas de investigación, que cayeron de R$ 806 millones a R$ 432 millones entre 1994 y 2001. Se destaca la baja en la cantidad de becas en el exterior, las cuales cayeron de 2.418 a 576. Esto revela las dificultades del CNPq para cumplir con las tareas básicas de integración científica que la globalización exige.