Después del éxito de la reunión de la Tricontinental y ante la proliferación de las guerrillas en América Latina, Cuba convocó a una conferencia para fundar un movimiento de solidaridad y coordinación de la lucha en el continente, llamada Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS). La reunión se realizó en La Habana, del 31 de julio al 10 de agosto de 1967, bajo el impacto de la divulgación de la carta de Ernesto Che Guevara a Fidel Castro, en la cual decía que se encontraba en un frente guerrillero, reuniendo a todas las organizaciones que, de alguna forma, compartían las propuestas estratégicas de la Revolución Cubana. A pesar de las divergencias con los partidos comunistas, algunos representantes de dichos partidos, entre los cuales se encontraba el secretario general del PC de Uruguay, Rodney Arismendi, participaron de la reunión.
En su declaración general, la conferencia se definió como una organización de los movimientos antiimperialistas en el continente, resumió la trayectoria intervencionista de los Estados Unidos en la región, hizo un balance de las estrategias aplicadas hasta ese momento y optó abiertamente por la lucha armada y por los movimientos guerrilleros como instrumento de lucha a favor de la emancipación de los pueblos de América Latina. Concluyó con la frase del Che: “El deber de todos los revolucionarios es hacer la revolución”.
Sin embargo, la muerte del Che en Bolivia, pocas semanas después de la realización de la conferencia, que frustró el proyecto estratégico de coordinar desde aquel país los movimientos guerrilleros existentes y de incentivar la formación de otros nuevos, puso fin a un ciclo de luchas revolucionarias, con lo cual quedaba imposibilitado el proyecto de la agrupación OLAS. Cuando se retomó la lucha durante la década siguiente, desplazando el eje hacia América Central, la organización ya había sido reciclada como un movimiento de divulgación de las luchas, sin capacidad real de coordinación de los movimientos.