Diplomático de carrera, uno de los poetas más talentosos y populares de la lengua portuguesa del siglo XX y compositor clave en la historia de la música popular brasileña, Marcus Vinicius da Cruz de Mello Moraes escribió canciones, poemas, obras teatrales y musicales, críticas de cine y crónicas. Grabó discos, se casó nueve veces y se convirtió en un símbolo de la vida bohemia carioca.
Graduado en derecho, publicó su primer libro de poesía, O caminho para a distância, en 1933. Dos años después escribió Forma e exegese y ganó el premio Felipe d’Oliveira. En 1938 recibió una beca para estudiar literatura inglesa en Oxford. En 1939 se casó por primera vez y regresó a Brasil una vez iniciada la Segunda Guerra Mundial.
Para el crítico literario Antonio Candido, su obra poética, aún apegada a las construcciones formales de la métrica y la rima, principalmente sonetos, dialogaba con los ideales del modernismo brasileño por el tono coloquial, por la aproximación a la cultura popular y por la diversidad de temas –aunque el principal era el amor–. Publicó, entre otros libros, Novos poemas (1938), Pátria minha (1949) y Livro de sonetos (1957). Escribió algunos de los más populares poemas latinoamericanos, como el Soneto da fidelidade, en el cual aparecen los famosos versos:
Que yo pueda decir del amor (que tuve): Que no sea inmortal, puesto que es llama, Pero sí infinito, por cuanto dure.
En 1943 ingresó en la carrera diplomática. Tres años después asumió su primer puesto como vicecónsul en Los Ángeles, donde vivió cinco años y estudió cine. En 1954 escribió la pieza Orfeu da Conceição, en la cual adaptó el mito griego de Orfeo y Eurídice a los morros cariocas. Dos años después invitó a Tom Jobim para componer las canciones de Orfeu. Comenzaba entonces una de las más ricas sociedades musicales de Brasil. A ellos dos se sumaría el músico João Gilberto, en los discos Canção de amor demais y Chega de saudade, ambos de 1958. Las armonías de Jobim, el canto y el estilo de la guitarra
de João Gilberto y las letras de Vinicius revolucionaron la canción popular brasileña, y dieron origen al movimiento conocido como bossa nova, que mezclaba samba con jazz, ampliaba el campo de los temas de la música y traducía la modernización de un Brasil que se industrializaba. “Garota de Ipanema”, compuesta por Vinicius y Tom Jobim, se transformó en un éxito internacional, una de las canciones más interpretadas de todos los tiempos. En 1959, la pieza de Vinicius fue llevada al cine con la película Orfeo Negro del director francés Marcel Camus, que ganó la Palma de Oro en Cannes y el Oscar a la mejor película extranjera.
A partir de la bossa nova, Vinicius intensificó su carrera de compositor y periodista, colaborando con varias publicaciones, grabando discos y creando música junto con Carlos Lyra, Pixinguinha, Chico Buarque y Edu Lobo. En 1962 compuso con el guitarrista Baden Powell una serie de canciones, los llamados “afro-sambas”, fuertemente inspirados en los ritmos y los temas del candomblé. Protagonizó temporadas de presentaciones con João Gilberto, Tom Jobim y, posteriormente, con Dorival Caymmi.
En 1969, la dictadura militar lo retiró de Itamaraty. Tanto en los medios diplomáticos como en algunos círculos literarios, su popularidad y vida bohemia eran muy mal vistas, por lo que recibió el apodo, entre cariñoso y despectivo, de “poetinha” . En 1971 se mudó a Bahía, donde compuso “Tarde em Itapuã” con su nuevo colaborador, el músico Toquinho, con quien haría giras por Europa y América Latina a lo largo de aquella década. En 1977 también realizó una temporada de presentaciones con Tom Jobim y Miúcha, en Río de Janeiro. En 1979 sufrió un derrame cerebral. Murió en julio de 1980.
En 1988, Alexei Bueno organizó todos sus poemas en el libro Poesía completa e prosa (Nova Aguilar). En 2001 apareció la caja con 27 discos Vinicius de Moraes – como dizia o poeta, donde se reúne la mayor parte de su obra musical; y, en 2005, el cineasta Miguel Faria Jr. lanzó el documental Vinicius, sobre la vida y la obra de uno de los mayores poetas brasileños. (JC)