Costarricense nacido en 1909, se graduó de abogado en junio de 1931. Fundador del Partido Comunista de Costa Rica (PC), que sólo pudo asumir ese nombre en 1975. El nombre inicial del partido, vetado por las autoridades políticas del momento, era Bloque de Obreros y Campesinos (BOC).
Un rasgo característico del pensamiento y de la acción política comunista en Costa Rica es el de haber bebido de la fuente marxista-leninista proveniente de la Revolución Bolchevique de octubre de 1917, en Rusia, pero también haberse nutrido de las tradiciones antiimperialistas y democráticas propias del país.
Mora fue diputado en varias ocasiones durante los años 30 y 40 –la primera vez en 1937, a los 25 años–, volvería a serlo en la década de 1970. Su llegada al Congreso, junto a la Huelga Bananera (también en 1934), dio al PC reconocimiento político y le permitió una buena implantación en la clase trabajadora costarricense. Parte de las demandas del proletariado agrícola de esta huelga –liderada por el PC y victoriosa frente a la United Fruit Company (UFCo)– eran mejoras salariales y el pago de las remuneraciones en dinero (y no en fichas y cupones para cambiar en los almacenes denominados “comisariatos”, de la propia Compañía); el establecimiento de dispensarios para combatir la malaria que aniquilaba a los trabajadores; viviendas higiénicas y el pago en dólares a los productos nacionales de banana que vendían a la UFCo. Carlos Luis Falla, Calufa, líder del PC, fue el principal dirigente de esta huelga y el autor de una novela en la que realiza una aguda crítica social sobre el asunto, titulada Mamita Yunai.
A partir de 1940, cuando el dr. Rafael Ángel Calderón Guardia llegó a la presidencia (1940-1944), la vida política se tornó intensa y emergieron fuerzas que en un alineamiento de confrontación llevaron al país a la guerra civil de 1948. Calderón Guardia, bajo la influencia de la doctrina social de la Iglesia Católica, impulsó una serie de reformas sociales importantes como el establecimiento de los seguros de salud y la previsión social, a través de una institución capital en la vida del pueblo costarricense, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). También consiguió introducir un capítulo sobre las garantías sociales en la Constitución y asimismo la aprobación del primer Código de Trabajo. Esto hizo que la oligarquía cafetalera, a pesar de haberlo apoyado en la elección para presidente, se apartara de su gobierno en los primeros años y comenzara a cultivar la idea de inducir un golpe de Estado. Necesitando apoyo, el calderonismo se dispuso a sellar una alianza con los comunistas, que aprovecharon la ocasión que les ofrecía la historia para apuntalar a un gobierno de la burguesía inclinado a las reformas sociales y, al mismo tiempo, profundizar algunas de estas reformas. En aquellos años, dirigía la Iglesia Católica un hombre de mentalidad progresista, el monseñor Víctor Sanabria Martínez, que daba respaldo a las reformas de Calderón. Para facilitar las alianzas y evitar resistencias, los comunistas modificaron algunos aspectos de su programa y cambiaron el nombre del partido, BOC, por Partido de la Vanguardia Popular (PVP). El 15 de septiembre de 1943, día de la Independencia Nacional, en un desfile histórico, Calderón Guardia, Mora Valverde y Sanabria Martínez desfilaron juntos en un automóvil descapotable, fecha en que se promulgó el Código del Trabajo.
Los 40 fueron los años dorados de los comunistas, no sólo por el número de diputados que llevaron al Congreso, sino también por la influencia política que obtuvieron. Después de la anulación de las elecciones de 1948 por el Congreso, controlado por los comunistas y calderonistas, en las cuales Ulate salió victorioso contra Calderón, José Figueres Ferrer se alzó en armas y desencadenó una guerra civil que duraría casi seis semanas. Fue cuando los comunistas se volvieron uno de los principales pilares del gobierno de Teodoro Picado. Él era el sucesor de Calderón con el mismo origen partidario. Frente a la inminencia de la victoria de Figueres Ferrer y del Movimiento de Liberación Nacional, y con el fin de evitar una lucha armada aún más sangrienta, las negociaciones condujeron a la salida de Picado, Calderón y Mora del país. Pero antes Manuel Mora se reunió con Figueres para hacer un acuerdo sobre los términos del fin de la guerra civil. Mora temía una intervención de las fuerzas de los Estados Unidos desde Panamá, en el marco de la Guerra Fría, y sabía la herida que este hecho podría significar para la soberanía nacional, cosa que nunca antes había ocurrido. La reunión entre Mora y Figueres, que la historia reconoce como el Pacto de Ochomogo, por el lugar en que se realizó, permitió concluir la guerra civil y además, Mora obtuvo garantías de Figueres de que las reformas sociales de los años 40 se mantendrían incólumes, lo que efectivamente fue respetado.
Se permitió que Mora fuera a Cuba y a México, donde residió por algún tiempo antes de retornar a Costa Rica. Los años 50, en el contexto de la posguerra civil y de la Guerra Fría, fueron difíciles para los comunistas costarricenses porque su partido fue confinado a la ilegalidad y ellos tuvieron que llevar una vida muy discreta.
Durante los años 60, las cosas mejoraron, pero aun así ellos no participaron de la política con pretensiones de ocupar cargos electorales hasta los años 70, cuando, al inicio de esa década, Mora fue nuevamente elegido diputado. En 1975, por fin, se eliminaron las restricciones constitucionales a la participación, ideológicamente sin disimulos, del comunismo en la vida política nacional. En esta década, surgieron nuevos partidos de izquierda influenciados por la Revolución Cubana (el Partido Socialista Costarricense y el Movimiento Revolucionario del Pueblo). A partir de 1978 se forjó una coalición entre ellos, denominada Pueblo Unido, cuyo mayor éxito, muy distante de aquellos de los comunistas durante la década del 40, fue conseguir la elección de cuatro diputados (7% de la Asamblea Legislativa) en 1982-1986. En el transcurso de esos años, en el contexto de la crisis económica nacional de 1980-1982 y de la crisis política centroamericana de los años 80, por razones relacionadas a la táctica y la estrategia política que debía seguir tanto en el ámbito interno como en el regional, el Pueblo Unido se debilitó, el PVP se dividió y la izquierda costarricense entró en un declive pronunciado que la ha conducido a una casi virtual desaparición en Costa Rica.
Manuel Mora Valverde falleció en 1994. De manera casi unánime es reconocida su extraordinaria trayectoria política y su espíritu patriótico excepcional. Pero el Partido Comunista de Costa Rica, que ayudó a fundar en 1931, se extinguió con él.