Entre el 24 y el 27 de octubre de 2001, en el contexto de las acciones promovidas por el Foro Social Mundial (FSM), más de 15.000 educadores, estudiantes, investigadores, militantes de diversas fuerzas sociales y populares y representantes de más de cien países de todos los continentes se reunieron en Porto Alegre en la primera edición del Foro Mundial de Educación (FME). Retomando la declaración de principios elaborada en el Foro Continental sobre Educación de la Segunda Reunión de la Cumbre de los Pueblos de América, realizada en Quebec (Canadá), en abril del mismo año, la iniciativa comenzó a erigirse como uno de los principales pilares de la lucha contra las políticas educativas implementadas por los gobiernos neoliberales.
En encuentros regionales y mundiales, un conjunto de actores sociales vinculados al campo de la educación asumió, a partir de aquel objetivo central y de temáticas específicas, la confrontación con las políticas educativas del neoliberalismo, delineando alternativas democráticas para la constitución de una educación pública de calidad para todos. Entendido como un proceso de movilización y articulación política de carácter pluralista y de autogestión, el FME busca construir una plataforma mundial de luchas por el derecho a la educación.
Así, durante los últimos años se han realizado encuentros con los siguientes temas: Educación en el mundo globalizado (Porto Alegre, 2001); Educación y transformación (Porto Alegre, 2003); Educación ciudadana para una ciudad educadora (São Paulo, 2004); Educación para otro mundo posible (Porto Alegre, 2004). El número de participantes de las distintas ediciones del FME ha ido aumentando, hasta llegar a más de 100.000 en el encuentro en São Paulo. Eventos regionales o temáticos tuvieron lugar también en Chile, la Argentina, España, Francia, India y Venezuela.
Las actividades del FME son coordinadas por un Consejo Internacional, integrado por representantes de organizaciones de más de veinte países. El Consejo es asistido por una Secretaría Ejecutiva, de carácter permanente, y por comités organizadores formados por entidades locales y nacionales que, subdivididas en comisiones de trabajo, son responsables de la estructuración de los principales eventos.
A lo largo de varios encuentros, movimientos populares, sociales y sindicales, secretarías y organismos gubernamentales de gestiones democráticas, junto con otros actores vinculados directa o indirectamente a prácticas de la educación pública, definieron principios, objetivos y metodologías que, expresados en documentos, cartas y declaraciones, pasaron a integrar una parte importante de la plataforma que rige las acciones del Foro. Los principales ejes que organizan la plataforma de lucha son: la defensa del derecho universal e inalienable a una educación emancipadora para todos los hombres y mujeres del planeta; la educación pública como condición esencial para el acceso a los derechos humanos, el alcance de la justicia y la paz; la afirmación de la educación como política pública, imponiendo así al Estado el deber y la obligación de garantizar ese derecho; el repudio a cualquier forma de privatización y mercantilización de la educación; el control social del financiamiento de la educación; la valorización de los trabajadores y trabajadoras de la educación, exigiendo el respeto de sus derechos profesionales y la garantía de condiciones dignas de trabajo; la desaprobación de la apropiación ilegítima por el statu quo de los saberes populares y de los conocimientos de las comunidades nativas; la exigencia de la igualdad de género, raza y clase social en el acceso a la educación; y la participación popular en la definición de las políticas educativas nacionales.
Movimiento mundial, surgido en América Latina, es una de las más innovadoras iniciativas de lucha por la defensa y la transformación de la educación pública.