CTC

Central de Trabajadores de Cuba

La historia de la creación de la Central de Trabajadores de Cuba tiene su origen en 1925, cuando fue creada la Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC), en el marco de las luchas sociales en el país caribeño. Un ejemplo de ello fueron las numerosas y prolongadas huelgas de los trabajadores, principalmente del sector de cigarros. Algunos años más tarde, entre 1929 y 1933, Cuba atravesó una crisis económica violenta, con tasas de desempleo altísimas. Tal situación propició que se desencadenara un movimiento de más de 200.000 trabajadores del sector azucarero durante la zafra de 1933, el cual se extendió a los demás sectores, provocando varias huelgas a lo largo y a lo ancho de todo el país. Sin embargo, la clase trabajadora no lograba crear una fuerza social y política que fuera capaz de implementar el programa de la revolución agraria y antiimperialista. En febrero de 1934 se promulgó el decreto-ley N.º 3, que representó una grave derrota para los trabajadores. El decreto prohibía, en la práctica, el derecho a huelga, restringiendo la legalización de las actividades sindicales a través de sucesivos dispositivos jurídicos, entre los cuales se encuentra la creación de los Tribunales de Urgencia.

En marzo de 1935, la huelga general revolucionaria fue derrotada. Desde entonces muchos decretos garantizaron a los patrones la libre contratación y hubo favoritismos para los sindicatos amarillos y para los “rompehuelgas”. Los sindicatos combativos fueron considerados ilegales y se prohibió a sus dirigentes ocupar cargos ejecutivos en las organizaciones oficiales. Incluso inmerso en esa realidad, de 1937 a 1939 se desarrolló un fortalecimiento del movimiento sindical en un marco mundial de luchas contra el fascismo. En enero de 1939 (fecha elegida en homenaje al líder cubano José Martí, nacido en ese mes), se realizó el Congreso de Fundación de la Confederación de los Trabajadores de Cuba (CTC). El mismo contó con la participación de 1.500 delegados que representaban a 780 organizaciones, a las cuales estaban afiliados cerca de 645.000 trabajadores. La creación de la CTC representó el auge del trabajo desa­rrollado por el proletariado unitario bajo la dirección de los comunistas. A partir de ese momento la Confederación tuvo una marcada presencia dentro del sindicalismo de la isla, y fue también participante activa de la Revolución Cubana.

Trayectoria

Desde su creación hasta el año 1958, en vísperas de la Revolución, la CTC realizó nueve congresos. Cierta trayectoria posterior puede ser perfilada sobre la base de esos encuentros.

En 1959, en plena Revolución, fue rea­lizado el X Congreso de la CTC, que contó con la presencia de 33 federaciones y de aproximadamente un millón de afiliados. Entre sus decisiones se destacaron el apoyo a la Revolución, a la reforma agraria, a la formación de las Milicias Nacionales Revolucionarias y el impulso al desarrollo económico con el objetivo de combatir el desempleo y mejorar el nivel de vida de los trabajadores.

En 1961, en el XI Congreso de la CTC, la Confederación cambió su nombre por el de Central de Trabajadores de Cuba, modificando su forma de unión de federaciones y constituyéndose en la representante nacional de los trabajadores cubanos. Su objetivo primordial era el de unificar los intereses de la clase trabajadora, en términos tanto sindicales como políticos, en torno al Partido Comunista, tendiendo a un claro compromiso con el proceso revolucionario. El Congreso fue precedido por la creación de 25 sindicatos nacionales de trabajadores, responsables por la sustitución de las federaciones de las industrias, así como también por la estructuración de secciones sindicales en las empresas.

En el XII Congreso, en 1966, los sindicatos nacionales quedaron reducidos a catorce, lo cual se alcanzó realizando algunas fusiones. En ese momento la CTC direccionó su lucha hacia el aumento de la producción, particularmente de la zafra de azúcar.

El XIII Congreso, realizado en 1973, se vio marcado por el fortalecimiento del movimiento sindical, que trazó las principales directrices de la participación de los sindicatos en la construcción y en el fortalecimiento del socialismo. En esa época el número de sindicatos nacionales había aumentado a 23.

En el período que siguió hasta la realización del XIV Congreso, la preocupación del movimiento sindical se focalizó en la mejora cultural y educativa de los trabajadores. Fue así como se realizó la ampliación de las escuelas sindicales en todas las instancias, destacándose la Escuela Nacional de Cuadros de la CTC, denominada Lázaro Pena. Más de 64.000 sindicalistas cubanos asistieron a sus cursos, los que también contaron con la participación de militantes sindicales y políticos de América Latina, el Caribe y África.

El XIV Congreso se realizó en 1978, luego del I Congreso del Partido Comunista de Cuba. Debido a las exigencias del período se produjo la reducción de los sindicatos nacionales a un número de dieciocho. El énfasis del Congreso estuvo puesto en una organización más eficiente de la economía. En 1984, en el XV Congreso, los sindicatos nacionales mantuvieron su preocupación por la producción y el desarrollo del país, dando continuidad al perfeccionamiento de la estructura social y al ejercicio de los derechos de los trabajadores.

Lucha contra la crisis

Fue a partir del XVI Congreso de 1990, después del colapso de la Unión Soviética, cuando fueron canalizados los principales esfuerzos de la CTC con el fin de superar la profunda crisis que se abatió sobre el país como consecuencia de la finalización del apoyo de los países del Este Europeo, con los cuales Cuba tenía una fuerte rela­ción de dependencia. Casi tres millones de trabajadores y dirigentes sindicales participaron de la elaboración de una estrategia nacional para enfrentar esta nueva realidad. Dicha situación se mantiene hasta la actualidad. La participación de los trabajadores vinculados a la CTC (dieciocho sindicatos nacionales y aproximadamente tres millones de afiliados) es primordial para la búsqueda de soluciones a los problemas como la inflación, el déficit presupuestario, el desequilibrio financiero y otras cuestiones ligadas prioritariamente a los efectos del bloqueo norteamericano y a los vestigios de la desintegración de la Unión Soviética y del Este europeo.

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por admin publicado 01/09/2016 16:30, Conteúdo atualizado em 05/07/2017 19:07