Teatro de Los Andes

Grupo fundado en Bolivia por el argentino César Brie en agosto de 1991, e integrado por actores bolivianos, argentinos, italianos y brasileños, lo que lo convierte en un espacio latinoamericano multicultural e híbrido. Sus miembros residen y trabajan en un teatro-granja en Yotala, cerca de la ciudad de Sucre, donde preparan las obras, las presentan, alojan a otros artistas y grupos, y realizan encuentros y seminarios.

Se proponen formar un actor-poeta, en el sentido etimológico del término: hacedor, creador. Cotidianamente realizan un entrenamiento físico y vocal, y ensayan distintas formas de improvisación y composición. El grupo declara:

En nuestras obras tratamos de unir la reflexión sobre el espacio escénico, sobre el oficio del actor y sobre la necesidad de contar historias, de recordar, de “volver en sí”. Proponemos un teatro que podría llamarse del humor y de la memoria. […] Buscamos un nuevo público para el teatro y buscamos crear un nuevo teatro para ese público. La mezcla de razas, culturas y usos, las migraciones, siempre crearon nuevas formas expresivas y musicales. Aunque se hayan perdido las cosas antiguas, aquello que surgió del encuentro y de la mezcla dio forma al modo en que el hombre de hoy se expresa: hijo de sus condiciones y experiencias, con la memoria abierta a lo que fue y la mente proyectada hacia adelante. Este hombre es el sujeto y el objeto de nuestro trabajo.

Sus ideas quedaron expresadas en las siguientes obras: Romeo y Julieta (1990), El mar en el bolsillo (1990), Cancionero del mundo (1992), Colón (1992), Sólo los Giles mueren de amor (1993), monólogo de César Brie con referencias autobiográficas y recuento satírico de un muerto que se vela a sí mismo y ensueña su infancia, su iniciación sexual y política y sus desventuras sentimentales; Crónica de una muerte anunciada (1993), versión unipersonal del actor Gonzalo Callejas a partir del relato de Gabriel García Márquez; Desde lejos (1994); Ubu en Bolivia (1994); Las abarcas del tiempo (1995), viaje a la tierra de los muertos y a la historia, en la que Bolivia aparece en un mapa ardiente y desesperado; Graffiti (1998), En la cueva del lobo (1998), La Ilíada (2000), versión libre, con otros textos griegos, de Rodolfo Walsh y Juan Gelman, reescrita en versos alejandrinos, con referencias a las dictaduras latinoamericanas e interpretada desde un punto de vista desacralizador, ágil y violento; Frágil (2003), sobre el descubrimiento, por parte de una niña, del mundo afectivo, familiar y social, escrita por María Teresa Dal Pero y César Brie; En un sol amarillo, subtitulada Memorias de un temblor (2004), sobre la corrupción y la humillación del pueblo, a partir de un hecho real: el terremoto que sacudió a Bolivia en 1998 y el desvío de casi US$ 30 millones recibidos en calidad de ayuda internacional, y Marcelo, sobre el escritor, político y defensor de los derechos humanos Marcelo Quiroga Santa Cruz, en recordatorio de los 25 años pasados tras su asesinato y la humillación indigna sufrida por su familia en la búsqueda de sus restos mortales. Esta obra cierra la “trilogía de la vida” con La Ilíada y En un sol amarillo.

A partir de una apropiación personal de la antropología teatral, y después de su experiencia con el Odin Teatret, Brie creó con el Teatro de Los Andes un lenguaje que se destaca por el cuidado en las composiciones escénicas, como tableaux vivant concisos y notablemente expresivos, y un sólido trabajo actoral en el que el cuerpo extracotidiano tiene, junto a la voz, una presencia fundamental.

El grupo participó en festivales en Bolivia, la Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, España, los Estados Unidos, Francia, Italia, Portugal, Puerto Rico y Suiza. Desde 1995 edita la revista El tonto del puebloEn 2010, el líder del grupo, Cesar Brie, falleció. La primera obra después de su muerte fue dirigida por Diego Amburo. 

por admin Conteúdo atualizado em 10/05/2017 18:31