El Teatro Aleph nació en 1968 en Santiago, Chile, como un grupo aficionado. Efectuó su estreno en el I Festival de Teatro Universitario Obrero promovido por la Universidad Católica de Chile y por la Asociación Nacional de Teatro Aficionado, con la pieza ¡Hip... Hip... Ufa!, cuyo texto fue premiado por la Casa de Las Américas. Entusiasmados por el resultado, los “estudiantes-actores” decidieron crear un nuevo espectáculo con dramaturgia propia.
Se definieron orientaciones generales para la conducción del trabajo: el grupo se presentaría sin maquillaje, sin vestuario ni escenografía, ensayaría en cualquier lugar, utilizaría ejercicios de improvisación como base de creación, dirigiría colectivamente cada escena y actuaría donde le fuera posible. De esta manera surgió, en 1969, ¿Se sirve usted un coctel molotov?, primera pieza de creación colectiva del teatro chileno.
En 1970, el Sindicato de Trabajadores Universitarios le cedió una sala al grupo. En ella, el Aleph desarrolló una intensa investigación con la ayuda de diversos profesionales del teatro interesados en su trabajo. Se presentó su segunda creación colectiva: Viva in mundo de fantaCIA, con la cual recibió el Premio de Teatro del Círculo de Críticos de Artes y el Diploma de Honor de la Asociación de Periodistas de Espectáculos.
Basados en el criterio de que lo fundamental en el teatro es el hombre como medio de expresión y que todo lo demás es dispensable –criterio impuesto por la necesidad, aunque mantenido conscientemente como principio de creación–, el Aleph desarrolló un amplio movimiento de difusión al trasladar sus espectáculos a diferentes localidades con el objetivo de incentivar el surgimiento de grupos teatrales entre las clases populares que se dedicaran a reflexionar críticamente sobre su condición. En 1970, con el ascenso al poder de la Unidad Popular (UP), el grupo intensificó su apoyo al “proceso de transformaciones políticas, sociales y económicas que le abren camino al socialismo”.
En 1971 surgió la obra ¿Cuántas ruedas tiene un trineo?, la cual participó del IV Festival Nacional de Teatro Argentino. El año siguiente fue el más fecundo: el grupo estrenó tres nuevos espectáculos: ¡Aaah... Oooh... Aaah!; Vida, pasión y muerte de Casimiro Penafleta Núñez y Érase una vez un rey, creó un programa en la televisión estatal, participó en el Simposio Internacional sobre Arte, Educación y Sociedad, grabó un disco con canciones de las obras, se presentó en campamentos de mineros de Atacama y también en empresas nacionalizadas, sindicatos, escuelas y pueblos.
Grufftuss se estrenó a comienzos de 1973. Poco después, el Aleph representó a Chile en el IX Festival Mundial de Teatro de Nancy, en Francia. En agosto, un mes antes del golpe militar que derribó a Salvador Allende Gossens, el grupo llegó a Cuba para realizar una nueva gira.
De regreso a Chile y a pesar de la represión, en 1974 se estrenó la pieza Y al principio existía la vida. Un mes más tarde la obra fue censurada. Oscar Castro y su hermana Marieta, integrantes del Teatro Aleph, fueron detenidos. Pocos días después, la madre de ambos junto con John MacLeod, miembro del grupo y marido de Marieta, fueron apresados y caratulados como “desaparecidos”. Oscar y Marieta se exiliaron en Francia, donde se encontraron con los restantes miembros del grupo, con quienes volvieron a fundar el Teatro Aleph, que funciona activamente hasta hoy.