Hijo de un maestro de escuela primaria también músico y de una costurera que interpretaba canciones populares, Nicanor Parra publicó su primer libro de poemas, Cancionero sin nombre (1937), mientras trabajaba como profesor de matemática y física en su ciudad natal, Chillán. Al año siguiente obtuvo el Premio Municipal de Santiago y el aval de Gabriela Mistral “como futuro poeta de Chile”, luego de la dramatización del poema Canto a la escuela. Estaba consolidado el futuro del escritor que había cursado estudios en mecánica racional en los Estados Unidos e Inglaterra.
Lee en la antipoesía, movimiento estético contra las convenciones líricas, la revelación irónica e iconoclasta de un mundo problemático por medio de un lenguaje antirretórico y coloquial. Figura clave en el proceso de renovación de la poética hispanoamericana, construye un lenguaje coloquial, cáustico y humorístico, con huellas de la picardía criolla.
La extensa lista de títulos que abarca su obra tras un intervalo de diecisiete años entre el primer y el segundo libro (Poemas y antipoemas, 1954) mantiene sus versos bajo un sistema dinámico y abierto, que encuentra en la cotidianidad, en los movimientos artísticos y en nuevos recursos, como los mass media, elementos para su expresividad.
Este conjunto de rasgos acerca su producción literaria a la del escritor guatemalteco Augusto Monterroso, representante mayor de las narrativas minimalistas. Afirmada en la diversificada experiencia multicultural absorbida fuera del país, su poética se enlaza con la musicalidad de su hermana, la compositora Violeta Parra, y con sus preceptos políticos de ciudadano latinoamericano: “en términos políticos yo diría que soy un socialista un poco frío; un socialista del tipo democrático”.
Fue muy polémica su actitud al apoyar el golpe liderado por el general Augusto Pinochet, aunque algún tiempo después haya roto con la dictadura.
Con su carrera académica de profesor e investigador conviven conferencias, cursos, exposiciones y realizaciones multimedia. Ha recibido muchos premios, entre ellos el Juan Rulfo (1991), el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el del Patrimonio Nacional de España, ambos en 2001. Otras obras: Hojas de Parra (1985), Poemas para combatir la calvicie (1993); Lear, Rey & Mendigo (2004); Discursos de sobremesa (2006); y Poesía y antipoesía (2009).
En 2014, el centenario del poeta y filósofo fue celebrado con la exposición Voy & vuelvo, inaugurada en la biblioteca que lleva su nombre, en la Universidad Diego Portales, en Santiago, Chile.