Martinica

También conocida como la Isla de las Flores,
Martinica está ubicada entre el Atlántico  norte y el mar Caribe, al norte de Trinidad y Tobago. Administrativamente se divide en cuatro distritos: Fort-de-France, La Trinité, Le Marin y Saint-Pierre. Es de clima tropical húmedo y presenta vientos durante todo el año. La isla posee un volcán adormecido, el Monte Pelée que, en su última erupción del año 1902, destruyó la ciudad de Saint-Pierre y mató a cerca de 30.000 personas.

Desde abril de 2015 Martinica dejó de ser un departamento ultramarino de Francia y se convirtió en una colectividad territorial única. El país continúa siendo parte del territorio francés, pero ganó mayor autonomía administrativa. El Consejo General y el Consejo Regional dieron lugar a la Asamblea de Martinica, compuesta por 51 consejeros electos para un mandato de seis años. La población de la isla aún elige a dos senadores y cuatro diputados para el Parlamento francés. 

Las principales agrupaciones políticas de la colonia francesa son el Partido Comunista de Martinica (PCM), el Movimiento para la Independencia de Martinica (MIM), el Partido Progresista de Martinica (PPM), del cual formaba parte el escritor Aimé Césaire, el Partido Socialista de Martinica (PSM), el Movimiento de los Demócratas y Ecologistas para una Martinica Soberana (Modemas), la Unión por la República (UPR), el Grupo de la Revolución Socialista (GRS) y la Unión por una Francia Democrática (UFD). Entre los importantes grupos de presión están la Alianza Revolucionaria del Caribe (ARC), la Unión Central de los Trabajadores de Martinica (UCTM), el Círculo de Frantz Fanon, referenciado por la obra del psiquiatra y pensador nacido en Martinica, héroe de la lucha anticolonialista de Argelia, autor de Los condenados de la tierra, y el Grupo de Acción Proletaria (GAP).

El índice de alfabetización en Martinica es alto, pues alcanza a casi el 97,7% de la población mayor de quince años. La enseñanza pública mantiene la misma calidad y sigue el mismo calendario de la metrópoli. En Martinica hay un campus de la Universidad de las Antillas Holandesas y Guyana, con alrededor de 5.000 estudiantes, ubicado en Schoelcher, a cinco kilómetros de Fort-de-France.

Monte Pelée, en Saint-Pierre, Martinica (Zinneke/Wikimedia Commons)

Economía

La agricultura de Martinica responde por el 6% del Producto Bruto Interno (PBI) y se basa en el cultivo de la banana y de la caña de azúcar. El pequeño sector industrial alcanza el 11% del PBI. Es decir que la economía de la isla depende, fundamentalmente (en un 83%) de los ingresos en el área de los servicios, sobre todo del turismo. La producción de azúcar disminuyó en los últimos años, y buena parte de la caña de azúcar se utiliza en la fabricación del ron. La exportación de bananas aumentó y su principal importador es Francia. Martinica también exporta, principalmente hacia la metrópoli, productos a base de petróleo refinado, ron y ananá.

El segundo socio comercial más importante de Martinica es la vecina Guadalupe, también colonia francesa, que absorbe el 28% de sus exportaciones. La carne, los vegetales y los cereales son importados, lo cual influye en el déficit de la balanza comercial y en la dependencia con relación a los recursos financieros provenientes de la metrópoli.

El turismo emplea a más de 11.000 trabajadores, y como fuente de moneda extranjera fue más importante que las exportaciones agrícolas. La tasa de desempleo, sin embargo, es alta. En 2013, alcanzaba al 22,2% de la población económicamente activa (PEA), y afectaba principalmente a los jóvenes hasta los 25 años. La moneda de curso en la isla es el euro y Martinica es parte de la Unión Europea desde 1992. En febrero de 2015 ingresó en la Organización de los Estados del Caribe Oriental (Oeco), como miembro asociado.

Vista de la ciudad de Saint-Pierre, Martinica (Jean & Nathalie/Creative Commons)

Historia

Cristóbal Colón es considerado el descubridor de la isla; arribó allí en el año 1502. En aquel entonces, Martinica estaba habitada por los caribes, quienes la denominaban Madinina (isla de las flores) o Jouanacaera (isla de las iguanas). Alrededor del siglo X, estos aborígenes habían expulsado de la región a los primeros habitantes, los arahuacos, que emigraron hacia América del Sur.

En 1635, con la creación de una colonia por parte del francés Pierre Belain d’Esnambuc, Martinica comenzó a ser considerada una región francesa, pero sólo fue anexada oficialmente por el reino en el año 1674. A pesar de ello, durante el siglo XVIII y comienzos del XIX, Gran Bretaña continuó considerándose propietaria de la isla, al igual que de todas las demás localizadas en el Caribe. Luego de la derrota de Napoleón, Inglaterra estableció su soberanía, pero, con la restauración monárquica de 1815, Martinica volvió definitivamente a formar parte de los dominios franceses. El día 22 de mayo de 1848, la isla abolió la esclavitud y liberó a 74.000 esclavos.

En 1946, Martinica se transformó en un departamento ultramarino francés y, en 1974, fue elevada a la condición de región de Francia. Entre 1960 y 1980, diversos grupos de izquierda y comunistas reivindicaron la independencia de la isla, lo que provocó enfrentamientos con la policía y con las fuerzas de seguridad. Guadalupe, Martinica y Guayana Francesa aún reivindican mayor autonomía de decisión dentro del contexto francés y europeo. Por tal motivo, firmaron la declaración de Basse-Terre en 1999.

Carnaval en Fort-de-France, capital de Martinica, en enero de 2015 (Jacques Lebleu/Creative Commons)

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