Al leer la obra del novelista y poeta Derek Walcott, Premio Nobel de Literatura de 1992, se identifica un profundo compromiso con el pueblo y el territorio de Santa Lucía, país archipiélago del Caribe, de formación volcánica. La historia de la ex colonia británica y las consecuencias de la explotación de los isleños están presentes en sus textos junto con aquellos elementos culturales asiáticos, africanos y europeos que se entramaron en la formación del país.
Publicado tanto en inglés estándar como en criollo, Walcott defiende la cultura negra tradicional, lo que le valió un lugar en el elenco de escritores del Movimiento de la Negritud de Saint-John Perse, Aimé Césaire y Cyril Lionel Robert James. Define como “estilo mulato” la tendencia a fundir literariamente las variadas lenguas orales, indagando el mestizaje latinoamericano como lo hizo en la Guayana Francesa otro importante escritor, Serge Patient.
La publicación de In a Green Night en 1962 marcó un hito en la producción artística de las Indias Occidentales, porque estableció las bases para la creación de la literatura caribeña. Con esa preocupación, revela la sensación de marginalidad vivida por el escritor negro y de las Antillas (The Gulf, de 1969).
Omeros (1990), poema épico que teje relaciones entre la historia de Grecia y la del Caribe, sintetiza el empeño del escritor en examinar la condición poscolonial de la región, eje de algunas de sus piezas teatrales (Dream of Monkey Mountain, 1967).
Desde 1953 vivió entre Trinidad y Tobago y Boston, lugares en los que trabajó como dramaturgo, crítico literario y profesor. Entre 1959 y 1976 dirigió el teatro de Trinidad, donde puso en escena algunas de sus casi treinta piezas publicadas.
Es descendiente de esclavos, y la muerte de su hermano gemelo es uno de los temas de The Prodigal (2004), que declaró ser su último libro. Otra obra: Bounty (1997).