Isabel Vargas Lizano es considerada por muchos como la más importante voz femenina de la tradición ranchera mexicana, tradición identificada con la masculinidad, los charros y los mariachis. Chavela solía cantar estas canciones vestida como hombre, fumando cigarros, bebiendo y exhibiendo pistola y un característico poncho rojo. En una entrevista televisiva del año 2000 declaró abiertamente ser lesbiana.
Algunas fuentes ubican su nacimiento en Costa Rica y otras en el Estado de Guerrero, en México. De todas formas, sin embargo, se inició como cantante en México a principios de los años 50, inmersa en la más característica tradición mexicana. Fue adquiriendo notoriedad por sus presentaciones en salones y bares junto a José Alfredo Jiménez, uno de los cantantes de rancheras más famosos de la época. Recién en 1961 produjo su primera grabación, y alcanzó popularidad internacional en las dos décadas siguientes, es decir, sobrepasando sus 40 años. En 1979 se retiró por causa del alcoholismo y regresó a los escenarios en 1990 al aceptar un papel en el filme del alemán Werner Herzog A Cry of Stone. Un año más tarde trabajó en “Piensa en mí”, en la banda sonora de la película de Pedro Almodóvar Tacones Lejanos. En 2003, a los 83 años, se presentó en el prestigioso Carnegie Hall en Nueva York.
En 2009 se lanzó el libro Las verdades de Chavela, que discurre sobre la carrera y la vida personal de la cantante en entrevistas conducidas por María Cortina. En 2010 Chavela lanzó el álbum Por mi culpa y, en 2012, Luna Grande, en el que declama poemas de García Lorca. Se despidió de los escenarios en una presentación en Madrid, en julio de 2012, a los 93 años.
El término “chavelazo” se ha incorporado al español como expresión pasional “femenina” cargada de la fuerza emotiva “masculina”.