Uno de los primeros teatros independientes de la Argentina y de América Latina, el Teatro del Pueblo tuvo a Léonidas Barletta (1902-1975) como su líder histórico. Dramaturgo, director teatral, narrador, periodista, poeta y ensayista, en los años 20 fue miembro del grupo De Boedo, integrado por intelectuales y artistas comprometidos y defensores de la revolución social. Colaboró con el Teatro Libre que, fundado en 1927 por el crítico Octavio Palazzolo, abogaba por una situación independiente de compromisos empresariales y que derivó en el Teatro Experimental de Arte (TEA), con el que Barletta estrenó su obra Odio . Se vinculó con el equipo experimental de El Tábano y al disolverse éste, fundó con sus principales intérpretes el Teatro del Pueblo, a fines de 1930. Este colectivo abrió un camino de rectificación ética y estética de la escena, desafíando al teatro comercial u oficial y convencional: el movimiento de teatro independiente, que encontraría eco en múltiples grupos de la Argentina, así como en buena parte de América Latina.
Compromiso con los sectores populares. Al frente del Teatro del Pueblo, Barletta se propuso poner al alcance de sectores populares obras notables de la dramaturgia universal: Edipo rey, de Sófocles; El emperador Jones, de O’Neill; El círculo de tiza caucasiano, de Bertolt Brecht; Espartaco, de Howard Fast. Estrenó piezas de Roberto Arlt, reconocido como el autor por antonomasia del teatro independiente: El juguete rabioso, Trescientos millones (1932), Saverio el cruel (1936), La isla desierta (1938). El grupo programó funciones dominicales vespertinas para niños. Creó públicos nuevos, aunque minoritarios, pues carecía de estrategias para acercar a amplios sectores de la clase obrera y campesina.
Barletta publicó libros de poemas como Canciones agrarias (1924), Las fraguas del amor (1924), Los pobres (1925) y María Fernanda (1926), y obras narrativas como Royal Circo (1927), La ciudad de un hombre (1943), El barco en la botella (1945), El hombre que daba de comer a su sombra (1957) y De espaldas a la luna (1964).
Escribió el ensayo Viejo y nuevo teatro (1960), en el que defiende la singularidad del teatro latinoamericano como expresión popular destinada a elevar el nivel cultural del pueblo y reclama de la escena un nuevo teatro que cultive la sensibilidad y el pensamiento y que suplante la cómoda distracción. Desde el Teatro del Pueblo, Barletta editó el semanario político de izquierda Propósitos (a fines de los 50), luego llamado para burlar la censura Conducta (1960) y Principios (1961), en el que colaboraba, entre otros, el guatemalteco Manuel Galich.
En 1962 viajó a Cuba para formar parte del jurado de cuento del Premio Casa de las Américas, y participó en el Congreso de los Pueblos, en La Habana.
Recibió numerosos premios por su obra, entre ellos el Premio Internacional Hernández Catá al mejor cuentista de América, en dos ocasiones; el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (entidad que presidió entre 1946 y 1948 y de la que fue vocal de su primera comisión directiva), en 1970; y la Medalla de Oro Joliot Curie, otorgada por el Consejo Mundial de la Paz.
Trayectoria del teatro independiente
Estudiosos del teatro argentino dividen la trayectoria del teatro independiente en dos etapas: la primera, desde la fundación del Teatro del Pueblo hasta 1943, cuando por razones políticas las autoridades reaccionarias de la Municipalidad desalojaron al grupo del local que se le había asignado por 25 años (y lo mismo ocurrió con otros seguidores como los teatros La Máscara y Juan B. Justo). Y la segunda, a partir de la reinstalación del Teatro del Pueblo en un subsuelo del centro de la ciudad, con el cuerpo de actores debilitado, y gracias a la repercusión lograda por La Máscara con El puente, de Carlos Gorostiza.
Desde 1943, el Teatro del Pueblo transitó por un largo período crítico que culminó en 1976 con la muerte de Leónidas Barletta y el cese de la actividad teatral del grupo. La sede pasó a ser un centro de artes plásticas.
En 1987, un grupo de dramaturgos lo recuperó con el nombre de Teatro de la Campana. En 1996, por fin, el Teatro del Pueblo abrió nuevamente sus puertas recuperando su nombre mediante un convenio firmado por el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos y la Fundación Carlos Somigliana (SOMI), a cargo de la dirección artística, técnica y ejecutiva. SOMI es una institución sin fines de lucro, fundada en 1990 y destinada a investigar el oficio del autor y a estimular, mediante puestas en escena, talleres, seminarios, concursos y ediciones, al autor teatral argentino. Integran su dirección Roberto Cossa, Carlos Pais, Eduardo Rovner, Bernardo Carey, Roberto Perinelli y Marta Degracia. Estos directores organizaron los ciclos Teatro x la identidad (2001-2005), De la memoria, Teatro como en la radio y Género Chico, y llevaron a escena obras de Armando Discépolo, Carlos Gorostiza, Samuel Eichelbaum, Carlos Somigliana, Eugenio Griffero, Oscar Viale, Lucía Laragione, Nora Rodríguez, Bernardo Carey, Jorge Accame, Roberto Perinelli, Ignacio Apolo, Griselda Gambaro, Carlos Pais, Federico León, Cecilia Propato, Ana Alvarado, Eduardo Rovner, Roberto Cossa, entre otros.
Entre los grupos que siguieron la impronta del Teatro del Pueblo fundado por Barletta están: el Teatro La Máscara, dirigido por Ricardo Paisano; el Teatro Juan B. Justo, dirigido por Enrique Agilda; La Cortina, fundado por la maestra titiritera Mané Bernardo y María Rosa Oliver; la Agrupación Israelita Idramst, que se transformó en el Teatro IFT; el Teatro Libre Florencio Sánchez; Espondeo; Proletario, Tinglado; Íntimo de la Peña, Teatro Estudio; Nuevo Teatro, fundado por Pedro Asquini, Alejandra Boero y Héctor Alterio; el Instituto de Arte Moderno; el Centro de Estudios y Representaciones de Arte Dramático Independiente Fray Mocho; La Farsa; el Instituto de Arte Moderno y Los Independientes. El movimiento también repercutió, o coincidió cronológicamente con otras experiencias de rebeldía política, social, ética y estética en el teatro de América Latina: en Uruguay, donde surgió otro Teatro del Pueblo, Brasil, Venezuela, Colombia, Puerto Rico y Guatemala.
En 2011, el Teatro del Pueblo recibió Mención Especial del Gran Jurado del premio Konex por los servicios prestados al arte teatral. Entre 2009 y 2015, el grupo escenificó, bajo la dirección de Mauricio Kartun, El niño argentino, Ala de criados, Salomé de Chacra y Terrenal. Pequeño misterio ácrata.