Cantante y compositor de mayor éxito comercial en la historia de Brasil, Roberto Carlos Braga, conocido como “El rey”, tiene una carrera marcada por el romanticismo de sus canciones y por su participación en el fortalecimiento de la industria cultural de masas. El primer gran ídolo del rock brasileño encarnó las contradicciones entre los cambios comportamentales y de consumo de los años 60 y un fuerte conservadurismo político y religioso.
Hijo de padre relojero y de madre lavandera, a los seis años de edad sufrió un accidente de tren, en el cual perdió una de las piernas y tuvo que usar una prótesis. En 1955 se mudó a Niterói y luego a Lins de Vasconcelos, barrio del suburbio de Río de Janeiro. Debutó en la televisión en 1957, en TV Tupi de esa ciudad, cantando el rock “Tutti-Frutti”. Un año después, conoció Turma da Matoso, calle del barrio de Tijuca donde haría amistad con su compañero de composiciones Erasmo Carlos y también con Tim Maia, con quienes formó el efímero conjunto The Sputniks. En 1959 grabó su primer sencillo, que pasó desapercibido, así como su primer LP, Louco por você (1961), hoy renegado por el cantante. Aconsejado por la grabadora, se dedicó a canciones para los jóvenes. Algunas eran composiciones propias, pero sus primeros éxitos eran principalmente versiones de músicas norteamericanas hechas con Erasmo, como “Splish-splash” (1963) y “Calhambeque”, del disco É proibido fumar (1964). Al año siguiente comenzó a ser asesorado por una empresa de publicidad: Magaldi-Maia Et Prosperi.
En 1965 estrenó en TV Record, para todo el país, el programa Jovem Guarda. Encabezado por Roberto Carlos, generó una especie de versión brasileña de la beatlemanía. Además de la música, el programa divulgó moda, argots y un comportamiento asociado al rock. En el mismo año salió el disco con el nombre del programa. Una de las canciones, “Quero que vá tudo pro inferno”, uno de los más grandes éxitos de su carrera, más tarde fue proscripto de su repertorio debido a su aproximación con el catolicismo.
Para las demás corrientes de la Música Popular Brasileña (MPB), reunidas principalmente en torno al programa O Fino da Bossa, presentado por Jair Rodrigues y Elis Regina, y para la juventud de izquierda de las universidades, más próxima del samba y de la canción de protesta de Geraldo Vandré, el programa y el movimiento de la Joven Guardia eran americanizados y sus fans y artistas, alienados de la grave situación política de la época.
Entre 1966 y 1967, el conflicto en la música se agudizó, al mismo tiempo que Roberto Carlos vivía uno de sus momentos más creativos como compositor. Lanzó Roberto Carlos (1966) y el disco de su primer filme, dirigido por Roberto Farias, Roberto Carlos em ritmo de aventura (1967), que consolidó su nombre como “marca” asociada a ropas y hasta a puestos de gasolina.
Uno de los motivos de enfrentamiento con la MPB tradicionalista fue la Manifestación contra la Guitarra Eléctrica, liderada por Elis Regina, en 1967. Sin embargo, en el mismo año, Roberto Carlos participó del histórico III Festival de la Música Popular de TV Record, con el samba “Maria, carnaval e cinzas”, de Luiz Carlos Paraná. Quedó en quinto lugar. En ese festival surgió el Tropicalismo, movimiento liderado por Caetano Veloso y Gilberto Gil. Absorbiendo influencias del rock y de la MPB en una mezcla psicodélica y vanguardista, el Tropicalismo llevaría a muchos sectores de la música brasileña a una revisión de la Joven Guardia, particularmente de la calidad e importancia de las composiciones de Roberto Carlos.
Sinatra brasileño
El 19 de enero de 1968, Roberto Carlos se despidió del programa Jovem Guarda y se alejó del llamado “ iê-iê-iê ”. El mismo año, composiciones suyas fueron grabadas por nombres de la MPB como Gal Costa y Elis Regina. Además, ganó el Festival de San Remo, Italia, con “Canzone per te”, de Sergio Endrigo y Sergio Bardotti. Fue el comienzo de la transición de ídolo del rock a cantante romántico, una especie de “Frank Sinatra brasileño”.
En ese período intermedio, con fuerte influencia de la música negra norteamericana, lanzó As curvas da estrada de Santos (1969), disco que, además del título de la portada, traía el éxito “Sua estupidez”. También estrenó su segundo filme, Roberto Carlos e o diamante cor-de-rosa. Al año siguiente estrenó el espectáculo que consolidó su imagen como cantante romántico, dirigido por Miele y Ronaldo Bôscoli, y vivió la controversia del éxito de la canción religiosa “Jesus Cristo”. En esa nueva etapa comenzó a tener éxito en Europa y principalmente en América Latina, lanzando álbumes con versiones de sus músicas en español. A pesar de la calidad y de la fuerte empatía emocional de muchas de sus composiciones, volvió a apartarse de la mayor parte del medio musical de la MPB, ya no bajo el rótulo de rockero americanizado sino de cantante cursi, que se acompañaba de grandiosos arreglos orquestados hechos por el maestro norteamericano Jimmy Wisner para el álbum Roberto Carlos (1971).
En 1974 estrenó su primer especial de Navidad para la Red Globo, que se convertiría en una tradición anual –programa de TV con disco a fines del año– al firmar un contrato de exclusividad con la mayor TV del país, fuertemente ligada al régimen militar. A lo largo de toda su carrera, Roberto Carlos mantuvo una posición pública apolítica, sin hacer declaraciones ni tomando partido en medio de la polarización y fuerte represión de la dictadura militar.
Roberto Carlos lanzó un disco por año, y su álbum de 1976, también bautizado sólo con su nombre, fue el primero de Brasil en alcanzar un millón de copias vendidas. Al mismo tiempo, consolidó su carrera en toda América Latina. En 1977 batió un nuevo e impresionante récord de 2,2 millones de copias vendidas en el mercado brasileño. A fines de los años 70 lanzó un disco de éxito detrás del otro. A comienzos de los años 80 estrenó en inglés Sail Away (1980) y también produjo un álbum en francés, que no alcanzó el mismo éxito que los grabados en español, idioma en el cual, en 1986, ocuparía el segundo lugar en el ranking latino-norteamericano.
Aunque mantuviera una venta fuerte, su espacio en la música se fue reduciendo en los años 80 y 90, debido a la combinación de un número cada vez menor de canciones inspiradas, y de discos con temas y arreglos orquestados cada vez más burocráticos. Roberto Carlos en ese período se fijó cada vez más en un nicho propio de mercado, con músicas dedicadas a taxistas, mujeres de anteojos, camioneros, etc. Por más que ese nicho fuese inmenso (su álbum de 1994 vendió más de 1,9 millones de copias), estaba distante tanto de la MPB como del centro de las modas musicales, espacio ocupado por una nueva generación de rock brasileño, a mediados de los años 80, por el sertanejo [música del campo o del sertón], a fines de la misma década, y por la llamada axé music, en los años 90. También fue un período marcado por la creciente inclinación religiosa y por las supersticiones y excentricidades del cantante, más tarde diagnosticadas como trastorno obsesivo-compulsivo.
Redescubrimiento
Sin embargo, fue en esa época que la MPB comenzó a recobrar el interés por la obra del cantante. Por un lado, la iniciativa de los hermanos Caetano Veloso y Maria Bethânia (que, en 1993, grabó un disco sólo con composiciones de Roberto y Erasmo, As canções que você fez para mim) y, por otro, el descubrimiento de composiciones de los años 60 y 70 hecho por las nuevas generaciones, como el disco colectivo Rei (1994), en el cual bandas de jóvenes como Skank, Chico Science & Nação Zumbi y Barão Vermelho grabaron músicas suyas.
En diciembre de 1999, su esposa, Maria Rita de Cássia Simões Braga, falleció de cáncer, luego de dos años de luchar contra la enfermedad. Fue el primer año, desde 1963, que Roberto Carlos no lanzó un disco inédito. Dos años después, surgió Acústico MTV, proyecto realizado junto con la emisora dirigida al público adolescente, retomando en nuevas versiones éxitos de varias etapas de su carrera. La exhibición del programa fue vetada por TV Globo, pero el lanzamiento del CD y del DVD ayudó a renovar su música y su imagen. Fue el álbum más vendido de Roberto Carlos en dos décadas. En 2004, su grabadora inició el lanzamiento de cajas de CD con todos sus álbumes en portugués, con excepción del primero y renegado Louco por você.