Roberto Sebastián Antonio Matta Echaurren, uno de los más renombrados artistas latinoamericanos modernos, vivió y participó de momentos decisivos para las artes durante el siglo XX, como el surrealismo y el expresionismo abstracto, del cual es considerado precursor. Graduado en arquitectura en la Universidad Católica de Chile, artista comprometido, presionado por crisis políticas y económicas, abandonó su país en 1932, en protesta contra la elección del conservador Arturo Alessandri como presidente de la República. Poco después llegó a París, donde trabajó con el arquitecto Le Corbusier e hizo amistad con René Magritte, Pablo Picasso, Joan Miró, Federico García Lorca y Marcel Duchamp. También estuvo en Portugal, invitado por la poeta Gabriela Mistral, quien despertó su interés por la obra poética de José Martí y las ideas del pensador mexicano José Vasconcelos.
Entre 1937 y 1940 estuvo en París, trabajando en el pabellón español de la Exposición Internacional. Por intermedio de Picasso y de Salvador Dalí, Matta conoció a André Breton y se incorporó al grupo surrealista. Participó de la exposición Internacional de Surrealismo, realizada en la Galería Breaux-Arts de París, en 1938. Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial se mudó a Nueva York, donde ejerció enorme influencia sobre los jóvenes pintores que crearon el fenómeno de la pintura norteamericana de los años 50.
De regreso a Europa, en 1948, fue expulsado del grupo surrealista –donde fue readmitido once años después– y se vinculó con el situacionismo y con Asger Jorn. Expuso en el Institute of Contemporary Art de Londres, en 1951. En 1956 pintó para la Unesco el mural Las dudas de tres mundos, y realizó una serie de retrospectivas en Nueva York, Estocolmo y París. En 1968, en Cuba, presidió el Congreso Cultural de La Habana. En 1970 se realizó una retrospectiva de su obra en la National Galerie de Berlín.
Matta regresó a Chile entre 1970 y 1972, invitado por Salvador Allende para trabajar en los murales colectivos de la brigada Ramona Parra. Su militancia a favor de los trabajadores llevó a los obreros de Peugeot a organizar, en 1971, una retrospectiva de su obra en la ciudad francesa de Sochaux. En 1975 presentó trabajos en la exposición itinerante El gran Burundú-Burunda ha muerto, en el Museo de Arte Moderno de México, en apoyo a la declaración del Tribunal Russell sobre los crímenes de la Junta Militar chilena. En 1982 viajó a Nicaragua para participar, junto con Julio Cortázar y Gabriel García Márquez, del Congreso Interamericano sobre “Autonomía cultural de nuestra América”.
Ya considerado uno de los mayores artistas vivos, y habiendo trabajado con diversos soportes, como pintura, fotografía y video, en 1990 recibió el Premio Nacional de Arte en Chile, y en noviembre del mismo año se realizó una gran retrospectiva de su obra en el Museo de Bellas Artes de Santiago.