Fundado por Cristóbal Peláez en Envigado, en 1979, y radicado desde 1986 en Medellín, el grupo teatral colombiano se ha convertido en un centro cultural que, además del teatro, promueve la música, el cine y otras manifestaciones culturales.
Fue declarado Patrimonio Cultural de la Ciudad en 1991. Además de ser creador de espectáculos en vivo (en su sede ofrece temporadas permanentes de teatro de jueves a domingo, con un promedio de más de doscientas funciones anuales), funciona como un taller, una escuela, un laboratorio, libre de todo tipo de compromiso con tendencias, estilos o autores específicos. Así, en 26 años de existencia, el grupo Matacandelas ha realizado más de cuarenta puestas en escena, entre ellas alrededor de doce de teatro de marionetas, y mantiene permanentemente más de una docena en su repertorio activo.
El lenguaje escénico se caracteriza por la elevada riqueza poética y visual y por la
presencia fundamental de música en vivo en cada espectáculo (para ingresar al grupo como actor es requisito tocar, por lo menos, dos instrumentos). El eclecticismo de su trabajo se manifiesta en la lista de sus puestas en escena que incluye, entre otras, Los ciegos, de Maurice Maeterlink; Lux in tenebris, de Bertolt Brecht; Los bellos días, de Samuel Beckett; Doña Rosita la soltera, de Federico García Lorca; Los diplomas y Angelitos empantanados, de Andrés Caicedo; Confesionario, de Tennessee Williams; Juegos nocturnos I, de Jean Tardieu, y Juegos nocturnos II, velada patafísica, de Alfred Jarry; Perspectivas interiores, de Franz Xavier Kroetz; O marinheiro, de Fernando Pessoa; La chica que quería ser Dios, dramaturgia y dirección musical colectiva sobre la vida y la obra de la poeta suicida Sylvia Plath; Los bellos días, de Beckett; Medea, de Lucio Anneo Séneca, bajo la dirección de Luigi Maria Musati, del Instituto Silvio D’Amico, y los espectáculos infantiles Pinocho, en versión de Cristóbal Peláez sobre el texto de Collodi, Chorrillo Sietevueltas, HechiZerías y El hada y el cartero. También los textos de Peláez Cajón de muertos y Vía pública.
Cristóbal Peláez es el director de la mayor parte de los montajes, a veces en colaboración con otros artistas. Condujo talleres y seminarios sobre teatro en varios países de América Latina y orientó posgrados de análisis e interpretación del texto dramático en la Escuela Nacional de Arte Dramático y en la Escuela Popular de Arte de Medellín. Publicó Angelitos empantanados y Los diplomas (2000).
Matacandelas hizo giras por España, Portugal, Francia, Bélgica, Guatemala y Venezuela, y se presentó en varias ediciones de los festivales de teatro de Bogotá y Manizales y en el FIT de Cádiz en 1993. Asimismo participó como invitado especial del Festival de Teatro de la Frontera en 1995, con presentaciones en las ciudades de Cúcuta y San Cristóbal (Venezuela), en el Festival Internacional de Almada (Portugal), de la Muestra Internacional de Teatro de Rivadavia (España), ambos en 1997, y en la Temporada Mayo Teatral, en La Habana, en los años 2002 y 2004, del Festival Internacional de Teatro, en Cuba, y de la Feria del Libro de Santo Domingo, ambos en el 2010.
Dicen sus integrantes que el trabajo se basa sobre la
exploración y proyección en circunstancias muy específicas, para un público que urge experiencia directa con el teatro. Es, pues, el sondeo de la teatralidad, de la investigación, de la experimentación, lo que asimismo nos ha permitido una constante comunicación con el espectador. No es la búsqueda como monólogo interior disociado del entorno, donde el público no se compromete con el riesgo ni con la aventura. Sobre todo, y más allá de cualquier presupuesto teórico o ideológico, nuestro ejercicio es el clima en el cual nosotros, las trece personas que nos hemos asociado bajo el nombre común de Matacandelas, nos divertimos. Y el público a menudo suele pasarla bien...
Como disidencia fraterna del Matacandelas, existe en Medellín la Oficina Central de Sueños, grupo teatral dirigido por Javier Jurado.