De ascendencia italiana, hijo de padre salvadoreño y madre hondureña, el urbanista y sociólogo Lungo vivió en El Salvador desde los tres años. Estudió Arquitectura en la Universidad de El Salvador y al finalizar su formación comenzó a enseñar en esa institución. Después obtuvo una beca de perfeccionamiento en Francia, donde se formó en el Atelier Tony Garnier, de la Escuela Nacional de Bellas Artes, y en el Instituto de Urbanismo de París. En esa ciudad se unió a los movimientos por la liberación de Argelia. Se radicó en Chile durante los años de la Unidad Popular, con la que trabajó en ciudades como Santiago y Valparaíso. Tras conseguir escapar de Chile sin caer en manos de la dictadura se dirigió a Costa Rica. Allí se graduó de licenciado en Sociología en el programa del Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA) y en 1976 regresó a El Salvador, donde se estableció y se incorporó plenamente a la lucha política desde las filas del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN). Trabajó como profesor en el Departamento de Sociología de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas y como investigador de procesos urbanos en la Fundación Salvadoreña de Desarrollo y Vivienda Básica (Fundasal).
En 1984 regresó a Costa Rica para trabajar en el CSUCA, desde donde se proyectó como investigador y líder en la política universitaria de la región, apoyando las luchas de los universitarios y de los pueblos centroamericanos. Fue un período de gran producción académica: recibió el premio de Casa de las Américas (de Cuba) por un ensayo de su autoría e inició la construcción de redes con distintos centros de investigación y universidades en México, Ecuador, Holanda, Brasil y otros países. En 1991 regresó a El Salvador y allí permaneció hasta su muerte.
Lungo fue un representante emblemático de una influyente y creativa generación de investigadores y constructores de ciudades en América Latina. Concebía la ciudad latinoamericana –sin vergüenza de sus defectos– como un inagotable combustible fuente de la solidaridad y el compromiso. Como el resto de su generación, se inspiró mayormente en la sociología francesa de la década de 1970 y se dedicó a la docencia, la consultoría, la asesoría y la gestión de programas universitarios, investigaciones y ONG. Al igual que el resto de sus ilustres contemporáneos, tampoco esquivó las responsabilidades públicas, como la dirección ejecutiva del Departamento de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador, cargo que ejerció entre 1998 y 2003. Las circunstancias y el temperamento se unieron para hacer de Lungo uno de los más admirables organizadores de redes, especialmente de investigación. En medio de las tempestades y los tormentos financieros naturales y políticos del continente, Lungo mantuvo una puerta de América Latina abierta al mundo, puso en contacto a la región con Canadá (Montreal), los Estados Unidos (Lincoln Institute of Land Policy, Fundación Ford), el resto del continente (redes y asociaciones de investigadores) y el mundo (Asociación Internacional de Sociología).
Su obra es vasta y variada, y claramente marcada por las orientaciones de su formación académica y por su compromiso humano. Sus principales títulos no dejan escapar ninguno de los temas cruciales a la vida urbana y a la construcción territorial centroamericana: migraciones internacionales (Migración internacional y desarrollo, Compilador, 2 volúmenes, San Salvador, FUNDE, 1997), prevención de riesgos y catástrofes naturales (De terremotos, derrumbes e inundados, San Salvador, La Red/FUNDE, 1996), pobreza y vivienda (Hábitat popular y degradación ambiental –con Sonia Baires–, Cochabamba, Universidad de Lund/Universidad Mayor de San Simón, 1998), megaproyectos (Grandes proyectos urbanos –Compilador–, San Salvador, UCA Editores y Lincoln Institute of Land Policy, 2004), suelo (La tierra urbana, San Salvador, UCA Editores, 2000), medio ambiente y, obviamente, procesos políticos y transformaciones sociales. No casualmente obtuvo el premio de ensayo otorgado por Casa de las Américas con su trabajo “El Salvador en los ochentas: contrainsurgencia y revolución”, publicado en 1990.