Grupo teatral fundado en Santiago de Chile en 1987 por Juan Carlos Zagal, Laura Pizarro y Jaime Lorca, quienes lo integraron en igualdad de condiciones, ya que se declararon independientes, sin director, escalafón, ni jerarquías. Los tres decidieron abandonar los estudios teatrales que cursaban en la Universidad Católica de Chile antes de titularse, como un modo de romper con una formación ajena a sus intereses. El nombre fue un exorcismo en oposición a la destrucción entronizada por la dictadura fascista chilena, en medio de la cual crecieron, para erigirse en tropa benigna y creadora. Utilizaron técnicas cinematográficas y mediáticas y se valieron de objetos más que de títeres –aunque solían usar muñecos, preferían denominarlos juguetes o artefactos–.
Dedicados exclusivamente al teatro, los miembros del grupo construyeron una dramaturgia propia, como parte de la creación del espectáculo, a veces basándose en fuentes narrativas. Asimismo compusieron la música (a cargo de Juan C. Zagal), que podía conducir el proceso de improvisación actoral. La vía no realista era un modo deliberado para poder narrar la violencia, el individualismo y la corrupción de la sociedad chilena. Llevaron a escena El santo patrono (1987), Salmón Vudú (1988), El rap del Quijote, Viaje al centro de la tierra, Pinocchio (1991), elegida mejor obra del año y mejor montaje por el Círculo de Críticos de Arte y la Asociación de Periodistas del Espectáculo de Chile. También se destacaron Gemelos (1999), basada en la novela El gran cuaderno, de la húngara Agota Kristof sobre la supervivencia de dos niños gemelos durante la Segunda Guerra Mundial, quienes deben vivir con su abuela, mientras su padre está en el frente de batalla –ganadora del Premio Altazor 2000 en todas las categorías–, y Jesús Betz (2003), basada en el cuento infantil de los franceses Fred Bernard y Francois Roca, que narra la historia de un hombre sin brazos ni piernas, abandonado por su padres y acogido por una familia de pescadores. Esta última fue una coproducción con el Teatro Le Havre, institución dependiente del gobierno francés.
Participaron en giras e importantes festivales en su país y del Festival de Avignon en 1999. También se presentaron en la Argentina, Brasil, México, los Estados Unidos, España, Portugal, Francia, Suecia, Austria, Alemania y Hong Kong. Realizaban talleres comunitarios gratuitos y charlas abiertas después de cada función. Solían ofrecer un cuaderno donde el público podía anotar sus comentarios y regalaban los discos con la música de las obras. En enero de 2005 anunciaron su disolución aunque poco después repusieron Gemelos.
Sobre ellos ha dicho Pedro Celedón, director de la Escuela de Arte de la Universidad Católica: “Un gran bailarín no sólo baila bien, sino que tiene una técnica que lo caracteriza. La Troppa también”, y agregó: “Su aproximación estética al cine es algo que nadie había llevado tan lejos”. Y el director Fernando González: “Ellos construyeron una estética que sacaron de afuera (del extranjero), pero que la hicieron propia. El robo sólo es válido cuando hay un asesinato de por medio y eso fue lo que hizo La Troppa: sacó elementos externos y mató esos lazos.”