El bailarín argentino Jorge Donn, porteño, estudió en el Instituto de Arte del Teatro Colón. Y fue en ese teatro donde a los 16 años presenció una función del Ballet del Siglo XX, al cual se integró en 1963, y en poco tiempo se convertiría en su primer bailarín.
En esa compañía, y como bailarín fetiche de su director y coreógrafo Maurice Béjart, compuso sus interpretaciones más memorables: Nona Sinfonia (1964), Romeo y Julieta (1966), Bhakti y Baudelaire (1968), Nijinsky Clown de Dieu (1971), Golestán, le jardin des Roses (1973), Dichterliebe, I Trionfi y Ce que l’amour me dit (1974), Notre Faust (1975), Amor y Poesía (1978), Boléro II y III (1979), Leda (1979), Magic Flute (1981), Dionysos (1984) y una nueva versión (de cámara) de Nijinsky Clown de Dieu (1991).
La crítica internacional lo describió como una personalidad magnética, con vigor atlético y fluido lirismo, identificándolo como un actor del movimiento. Su participación en el cine fue igualmente destacada, desde Le Danseur (1968) hasta el popularísimo Les unes et les autres (Los unos y los otros) (1981) de Claude Lelouche, que lo hizo conocido entre el gran público.
Fue director artístico del Ballet del Siglo XX desde 1980, y en 1987 siguió a Béjart a Lausana, acompañando la instalación de la nueva compañía del coreógrafo francés, Béjart Lausanne Ballet. En 1988 asumió la dirección de la Compañía de Vichy (Europa Ballet, de efímera existencia), pero en un corto plazo terminó volviendo a Lausana.
Fuera de su compañía siempre mantuvo una intensa agenda de trabajos paralelos como bailarín invitado de otras compañías y de galas internacionales. Ya en 1976 había pasado por el New York City Ballet, donde trabajó con George Balanchine, y también participó de producciones en los teatros más importantes del mundo (incluso el Bolshoi).
Tuvo como partenaires a innumerables estrellas del ballet mundial como Maia Plissetskaia, Márcia Haydée, Luciana Savignano y todas las primeras bailarinas del Ballet del Siglo XX.