Conocida también como “Mamo”, Mary Eugenia Charles fue primera ministra de Dominica entre 1980 y 1995. Nieta de esclavos, era hija de John Baptiste y Josephine Delauney. Su padre se habia convertido en un granjero próspero, exportador de frutas, comprador y vendedor de tierras y político, además de fundador de un banco “el Penny Bank” dedicado especialmente a los hacendados empobrecidos.
Mary Eugenia Charles estudió en Toronto (Canadá), donde se formó en derecho, y realizó sus estudios de posgrado en Londres, en la London School of Economics. En 1949 regresó a su país natal y se transformó en la primera mujer que practicó la abogacía en Dominica.
Ingresó al terreno de la política al final de la década de 1960, cuando el gobierno estaba en manos de los laboristas del Partido Laborista de Dominica (DLP). Disconforme con una ley de 1968 que permitía el cercenamiento de la libertad de expresión, lideró las protestas de la oposición. Fue una de las fundadoras y la líder principal del Partido de la Libertad de Dominica (DFP). En 1970 fue elegida miembro de la Asamblea, y cinco años más tarde pasó a liderar la oposición en el Parlamento.
Durante toda la década de 1970 utilizó su experiencia en el campo jurídico para desafiar a los gobiernos laboristas y poner en cuestión sus acciones y sus leyes. En la ceremonia de conmemoración de la independencia de Dominica, proclamada el 3 de noviembre de 1978, Mary Eugenia Charles expresó un gran temor con respecto a la real libertad política del país. Poco tiempo después, se descubrió la participación del primer ministro laborista Patrick John en operaciones ilegales. No obstante su actuación implacable como líder de la oposición, Charles jamás permitió la adopción de medidas que estuvieran por fuera de los mecanismos constitucionales previstos por la ley.
En 1980, cuando las fuerzas de defensa creadas por Patrick John intentaban sofocar las denuncias, el DFP ganó las elecciones y Mary Eugenia Charles se convirtió en la primera mujer que asumió la jefatura de gobierno en un país caribeño. Entonces puso en marcha un programa de reformas económicas basado en los principios tradicionales del liberalismo. En marzo y diciembre de 1981 su gobierno sufrió los intentos de un golpe de Estado que fueron desactivados a tiempo, y Charles disolvió las Fuerzas de Defensa de Dominica por ver en ellas un foco golpista, generador de inestabilidad y desleal al gobierno.
Por su determinación y posición política conservadora comenzó a ser llamada “la Dama de Hierro del Caribe”, parodiando el apelativo de su contemporánea Margaret Thatcher, la primera ministra británica. Fue una de las principales aliadas de la invasión de las tropas estadounidenses a Granada, en 1983; justificaba su accionar como un medio para prevenir la “infiltración comunista cubana” en la isla vecina y en toda la región. En esa oportunidad, se volvió mundialmente conocida cuando apareció por televisión junto al presidente Ronald Reagan, para garantizar su apoyo y legitimar la invasión, en su carácter de presidenta de la Organización de los Estados del Caribe Oriental (OECO, Organisation Eastern Caribbean States).
Eugenia Charles dominó la vida política del país durante toda la década de 1980, sumando la jefatura de gobierno con varios ministerios, como Asuntos Extranjeros, Finanzas y Defensa. Fue una de las principales protavoces defendiendo que la banana producida en el Caribe tuviera un acceso privilegiado al mercado europeo. Aducía que la falta de cultivo de la banana induciría a los agricultores a volcarse al cultivo de drogas, como la marihuana. Polémica y moralista, prohibió en todo el territorio los casinos, las casas nocturnas y los free-shops, centros de actividades que juzgaba prejudiciales para el país.
En 1990 fue elegida primera ministra por tercera vez. Pero muy pronto fue perdiendo popularidad, en una década políticamente menos conflictiva. Entonces comenzó a ser vista como una persona arrogante. No conquistó la simpatía de los intelectuales ni de los más pobres y, a pesar de ser descendiente de africanos y mujer, no se ocupó de manera especial de las necesidades específicas de estas minorías. En 1995 dejó el gobierno y anunció su retiro de la vida pública. Volvió a ejercer la abogacía en la ciudad capital, Roseau, y fue invitada a dictar cursos en una universidad de los Estados Unidos. Nunca se casó ni tuvo hijos. En 2003 recibió la Orden de la Comunidad del Caribe. Falleció a los 86 años.