Creado por la pedagoga Rosa Luisa Márquez en 1987, junto con el artista plástico Antonio Martorell, a partir de un trabajo con estudiantes universitarios en torno a juegos teatrales, el grupo Teatreros Ambulantes de Cayey, de Puerto Rico, dio continuidad a la práctica de la creación colectiva y a la investigación de una teatralidad popular, bajo la influencia de sus principales antecesores en los años 70, El Tajo del Alacrán y Anamú. Su premisa estética era llevar espectáculos a comunidades pobres y estimular el desarrollo de un trabajo artístico autónomo. El montaje Ligia Elena está contenta (basado en la canción de Rubén Blades), de 1987, primer espectáculo del grupo, llegó a trascender su finalidad y obtuvo repercusión internacional.
El trabajo del grupo influyó en formaciones posteriores, como Agua, Sol y Sereno, dirigido por Pedro Adorno, ex integrante de los Teatreros Ambulantes de Cayey, y sus principios fundamentales fueron publicados en el libro de Rosa Luisa Márquez, Brincos y saltos: el juego como disciplina teatral. Ensayos y manual de teatreros ambulantes (1992).