Gran revelación del cine chileno desde la aparición de Miguel Littin. Se inició con el cortometraje Reunión de familia (1994). Después de sus primeros largometrajes – Historias de fútbol (1997), El desquite (1999) y La fiebre del loco (2001)– se consagró como revelación internacional con Machuca (2004), drama evocativo que, a través de la mirada de un niño de clase media, observa el comienzo de los turbulentos años 70 que culminarían con la violenta dictadura del general Augusto Pinochet.
En 2008, su largometraje La Buena Vida fue galardonado en España con el Colón de Oro y el Premio Goya, ambos en la categoría de mejor película extranjera. Violeta se fue a los cielos (2011) se quedó con el gran premio internacional del jurado del Festival de Sundance, en los Estados Unidos.