- La Biblioteca Nacional de la República Argentina proyecto de Clorindo Testa, en la Recoleta, en Buenos Aires (Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires)
A pesar de conservar la ciudadanía italiana, Clorindo Testa es el arquitecto argentino más reconocido –nacional e internacionalmente– de la segunda mitad del siglo XX. Atraído por el dibujo, estudió arquitectura en Buenos Aires, y se graduó en 1947. Paralelamente, desarrolló su vocación por las artes plásticas y su obra pictórica alcanzó un renombre similar al de sus edificios; con sus cuadros esparcidos por el mundo en múltiples museos y galerías. Un largo viaje por Europa (1949-1952) lo puso en contacto con las tradiciones históricas del viejo continente, cuya influencia perduró en el inconsciente, al punto que, a lo largo de su obra, se establece un permanente diálogo con la herencia cultural argentina. Asociado con los arquitectos Dabinovic, Rossi y Gaido, aprovechó el entusiasmo constructivo surgido en el país con el regreso a la democracia después de la caída de Juan Domingo Perón, en 1955, y realizó un conjunto de centros de salud en Misiones y en 1956 ganó el concurso para la construcción del Centro Cívico de Santa Rosa, provincia de La Pampa, cuyo desarrollo en varias etapas se prolongó hasta 1981. Influenciado por la obra de Le Corbusier en Chandigarh, inició su experimentación plástica, basada en el fuerte tratamiento textural del hormigón armado a la vista, la libertad compositiva de los volúmenes y el tratamiento cromático del edificio. La sede del Banco de Londres y América del Sur (1959-1966), realizada en equipo con el estudio SEPRA, creó una imagen inédita en el centro de Buenos Aires, con su musculosa “megaestructura” exterior de hormigón armado y la continuidad de los espacios interiores definidos por bandejas colgadas de tensores de acero. Éstos rememoraban la dilatación de la basílica romana, el dinamismo de las “Carceri” de Piranesi y las fugas prospécticas a lo Flash Gordon. A su vez, la obra fue criticada por su contenido ideológico y, finalmente, abandonada por la institución ante las consecuencias negativas de la Guerra de las Malvinas. Al mismo tiempo, fue premiado el proyecto de la Biblioteca Nacional (1962-1995) realizado con Francisco Bullrich y Alicia Gazzaniga, promovido por el gobierno de Arturo Frondizi, paralizado durante las sucesivas dictaduras militares y finalizado en la administración de Carlos Saúl Menem. En esa obra también desarrolló una tipología insólita: abajo, la biblioteca y, suspendido en el aire, el salón de lectura, manteniendo libre el área verde del parque que lo contiene. Alejado de los encargos oficiales durante la sombría etapa política argentina, Testa se sumergió con más énfasis en la actividad pictórica. En las obras iniciadas en los años 80 –el Centro Cultural de la ciudad de Buenos Aires (1979-1980) y el Design Center en el barrio de la Recoleta (1990-1993)–, abandonó el lenguaje “brutalista” y el expresionismo estructural. Comenzó una etapa de libertad creadora, caracterizada por la fusión entre arquitectura, escultura, pintura y diseño, a través de un lenguaje metafórico, irónico y satírico. Resultaron ejercicios plásticos libres, cuyas soluciones espaciales y formales fueron inesperadas e imprevisibles. Ello ocurrió en el centro religioso budista La Paz SGIAR en Buenos Aires (1993) y en el Auditorio de la Universidad del Salvador en Pilar, provincia de Buenos Aires (1998-2002). Este edificio fue concebido como una “colina” verde, mimetizado con el paisaje, cuya ubicación frente al río Luján fue aprovechada para colocar en su cubierta una plataforma-mirador. Testa obtuvo diversos reconocimientos, entre ellos el Premio Konex de Platino (1982); el Premio Trienal “Arquitecto de América” de la FAPA (1987) y el Premio Vitruvius en la Bienal de Arquitectura de Buenos Aires (1994).
- El arquitecto Clorindo Testa muestra a la presidenta Cristina Kirchner una maqueta en la Biblioteca Nacional, en Buenos Aires, en enero de 2010 (Presidencia de la Nacion Argentina)
