Historietista, artista gráfico, dramaturgo, traductor, escritor y periodista, Millôr Fernandes influenció a todas las generaciones de humoristas brasileños a partir de los años 40. También renovó el lenguaje gráfico con la influencia de artistas europeos, como los rumanos Saul Steinberg y André François, cuya vertiente se distanciaba del figurativismo en boga y se acercaba a las artes plásticas, creando imágenes marcadas por la deformación y el abstraccionismo.
Sin embargo, Millôr revela toda la extensión de su talento como escritor. Durante dieciocho años (1945-1963), mantuvo una página doble de gran éxito en la revista O Cruzeiro, que llegó a lograr una tirada de 720.000 ejemplares semanales en ediciones simultáneas en portugués y en español. La sección se llamaba Pif-Paf (“Cada ejemplar es un número, cada número es ejemplar”) y mezclaba textos, frases, ilustraciones, historietas, poemas, sketchs teatrales, formando así, en medio del aparente anarquismo editorial, el estilo de aquel que se concede a sí mismo el epíteto: “En fin, un escritor sin estilo”.
Luego de publicar en 1963 “A verdadeira história do Paraíso”, narración que ocupó varias páginas de la revista, Millôr fue despedido sumariamente. El cuento, una libre interpretación del mito de la creación, terminaba de una manera considerada intolerable por la dirección de la empresa y por los sectores de la sociedad más apegados a las prácticas de la iglesia: “Esa prisa liviana/ Demuestra lo inoperante/ ¿Por qué hacer el mundo en seis días/ Si tenía la eternidad por delante?”.
En 1964 –año del golpe de Estado en Brasil–, encontrándose desempleado, Millôr buscó hacer de la sección interna una revista autónoma, con la colaboración de otros artistas. El Pif-Paf quincenal duró ocho números, poquísimos para una publicación viable, pero suficientes para marcar definitivamente a la prensa brasileña.
Cuando la Editora Abril lanzó la revista Veja en 1968, allí podía verse el Supermercado Millôr, en página doble, con la pluma y el verbo afilado del autodenominado “Gurú de Méier”.
Al año siguiente (1969), Millôr se convirtió en uno de los fundadores –junto con humoristas y periodistas como Ziraldo, Jaguar, Fortuna, Tarso de Castro, Ivan Lessa y Paulo Francis– del semanario Pasquim, publicación que definió el concepto de prensa alternativa.
Al mismo tiempo desarrolló una intensa actividad como traductor y autor teatral y como guionista de cine. Su carrera de más de seis décadas se materializó, entre otras cosas, en más de cincuenta libros. Pocos profesionales brasileños han desarrollado sus habilidades en tantos campos y con tamaña idoneidad. Sin embargo, y al respecto, él dijo con graciosa modestia: “Están los que/ no saben/ antropología/ Y los que ignoran/ trigonometría/ Pero de mí/ nadie puede/ decir nada/ Mi ignorancia/ No es especializada”.
Millor murió el 27 de marzo de 2012, víctima de un paro cardiaco, a los 88 años.