En 1978, en sintonía con el teatro político que había en esa época en São Paulo, como el Teatro Oficina del director José Celso Martinez Corrêa, o en otras partes del mundo, como el norteamericano Living Theatre, de Julian Beck y Judith Malina, jóvenes artistas del sur de Brasil levantaron la bandera de un teatro convencido de su poder de transformación social. Surgió así, en Porto Alegre, la Tribo de Atuadores Ói Nóis Aqui Traveiz, con un proyecto estético e ideológico libertario basado en la tríada “pasión-utopía-anarquía”.
Entre los fundadores del grupo estaban Júlio Zanotta Vieira y Paulo Flores, respectivamente autor y director de dos obras que estrenaron la misma noche en la primera sede, la llamada “Terreira da Tribo”, instalada en un espacio donde funcionaba una boite .
Los Atuadores aprovecharon la coincidencia de los montajes A divina proporção y A felicidade não esperneia, patati, patatá, espectáculos de protesta, para lanzar un manifiesto en el cual defendían “un teatro con piedra en las venas”. Se evocaba el Teatro de la Crueldad de Antonin Artaud, otra referencia central del grupo, que pasó a trabajar con el método de creación colectiva. Las experimentaciones sucedían o en la misma calle, o en el espacio de un galpón utilizado de modo no convencional.
A lo largo de su trayectoria, la Tribo de Atuadores también realizó performances activistas o intervenciones en manifestaciones, tomando posición, por ejemplo, a favor de la no contaminación del río Guaíaba, a favor del impeachment de Fernando Collor de Mello, contra la censura y contra las centrales nucleares.
Aos que virão depois de nós – Kassandra in process (2002) es un espectáculo que sintetiza la larga carrera de la Tribo. En él se evidencia el lenguaje maduro del teatro de vivencia: al espectador se lo integra en forma orgánica a las escenas procesales, explorando los sentidos visuales, táctiles, sonoros, etc. La dramaturgia estuvo inspirada en Casandra, novela de la alemana Christa Wolf, y debate el mito de la guerra en la perspectiva de una voz femenina a la cual la falocracia hizo oídos sordos.
Además del teatro de vivencia, el trabajo del grupo, que cuenta entre sus integrantes con Tânia Farias y Clélio Cardoso, se apoya en el teatro de calle (del cual es ejemplo el espectáculo A saga de Canudos, de 2000, adaptación de O evangelho segúndo Zebedeu, de César Vieira) y en la Escuela de Teatro Popular, que mantiene talleres gratuitos, también llevados de modo itinerante a los suburbios de la ciudad.