La producción, el refinamiento y la distribución del petróleo en México, así como la petroquímica básica, continúan siendo monopolio de Petróleos Mexicanos, PEMEX, empresa estatal creada en el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940). Los primeros grandes yacimientos de petróleo, explotados desde comienzos del siglo XX, prácticamente se agotaron a lo largo de la década de 1950, pero en la de 1970 se descubrieron yacimientos aún más ricos en la plataforma continental del Golfo de México.
Algunos geólogos llegaron a creer que los yacimientos mexicanos podrían superar a los de Arabia Saudita (262.000 millones de barriles), pero eso parece haber sido una exageración. Las reservas totales de petróleo de México sumaban más de 50.000 millones de barriles en el inicio de los años 90 y 43.000 millones de barriles en 2000, pero han sido consumidas o reconsideradas en menos, sin ser repuestas con nuevos descubrimientos a un ritmo suficiente. Por eso, en 2004 se veían reducidas a 34.000 millones.
Las reservas “probadas” se estimaban entonces en 14.000 millones de barriles o más de once años de producción. Con cerca de 3,4 millones de barriles/día, México era el quinto mayor productor mundial de petróleo, después de Arabia Saudita, Rusia, Estados Unidos e Irán, y PEMEX, la tercera empresa mundial en producción. En su mayor parte, ésta proviene de aguas rasas del Golfo de México, en la región costera del Estado de Campeche y es extraída a un costo relativamente bajo. De la producción, el 48% se destina al mercado interno, el 46% a América del Norte y el 6% a otros continentes. La empresa posee seis refinerías con una capacidad total de 1,52 millones de barriles/día.
- Plataforma Akal-C, en el Golfo de Campeche, México (BoH/Wikimedia Commons)
En 1995, el gobierno desmonopolizó las actividades de transporte, distribución, almacenamiento y comercialización de gas natural, pero las reservas continúan perteneciendo a la empresa estatal. Estimadas en 2 billones de metros cúbicos en el inicio de los años 90, ellas también fueron reconsideradas en menos y consumidas. En 2000, las reservas totales habían sido estimadas en 1,6 billones de metros cúbicos, concentradas principalmente en el sur; en 2004, en 1,4 billones, del cual 420.000 millones eran reservas probadas. La producción era de 35.000 millones de metros cúbicos por año, o doce años.
Cada uno de los 7.000 puestos de gasolina del país exhiben la marca PEMEX, pero actualmente la mayoría de ellos pertenece a la iniciativa privada, que opera con un sistema de franquicias. Los cuarenta mayores propietarios controlan 1.500 puestos. Como en Brasil, la adulteración de combustibles es un problema crónico y común en México.
A partir de 2004, la producción mexicana de petróleo entró en declive con el agotamiento de las reservas de fácil extracción. En su momento, PEMEX reconoció no tener capacidad tecnológica para la extracción de depósitos en aguas profundas. En 2012, la estatal anunció la descubierta de nuevos depósitos de hidrocarburos en el Golfo de México, en cantidad suficiente para treinta años de producción.
En 2014 el gobierno mexicano abrió la exploración de sus reservas de petróleo y gas al capital privado. Al siguiente año, frente a la acentuada caída del precio internacional del barril, fueron abiertas licitaciones para catorce contratos de explotación y extracción de hidrocarburos en las aguas rasas del Golfo de México, bajo régimen de participación de producción.
