Parlamentario, escritor, abogado de trabajadores rurales y miembro de una familia tradicional de propietarios de tierras, Francisco Julião Arruda de Paula fue uno de los líderes de las llamadas Ligas Campesinas –cooperativas que tenían por objetivo luchar por la distribución de tierras en Brasil y conquistar derechos laborales para los campesinos–. El movimiento propugnaba la reforma agraria y se desparramó por todo el Estado de Pernambuco antes de 1964.
Diputado estadual por el PSB (Partido Socialista Brasileño) entre 1954 y 1962, y diputado federal entre 1962 y 1964, Julião se sumó a la lucha por la reforma agraria después de ayudar en la movilización de los trabajadores del ingenio Galiléia (Pernambuco) en 1955. Debido a su conducta, su nombre estuvo incluido en la primera lista de los políticos prendidos por la dictadura militar en 1964. Al año siguiente, luego de la prisión y la persecución, partió al exilio en México, y retornó a Brasil una vez dada la amnistía en 1979.