Primera mujer en llegar a la presidencia de la República de Brasil. Hija del inmigrante búlgaro Pedro Rousseff y de la profesora fluminense Dilma Jana da Silva, comenzó a participar, como militante del movimiento estudiantil, en la resistencia a la dictadura militar durante los años 60. Conformó los cuadros de la Organización Revolucionaria Marxista Política Obrera (Polop), y luego la abandonó para ingresar en la lucha armada como miembro de la Vanguardia Armada Revolucionaria-Palmares (VAR-Palmares). Terminó siendo apresada en São Paulo, en 1970. Como denunciaría la Comisión de la Verdad años después, fue torturada durante 22 días seguidos. Condenada por la Justicia Militar por subversión, quedó detenida desde 1970 a 1972 en la prisión Tiradentes, en São Paulo.
Al salir de la prisión, se mudó a Porto Alegre, en el estado de Rio Grande do Sul, se casó con el abogado Carlos Franklin Paixão de Araújo, su compañero desde 1969, y retomó los estudios de Economía en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul. En 1975 comenzó a trabajar en la Fundación de Economía y Estadística (FEE) del gobierno del Estado. Al año siguiente nació su hija, Paula.
Participó de la fundación del Partido Democrático Laborista (PDT), liderado por Leonel Brizola. En 1986 fue secretaria de Hacienda del ayuntamiento de Porto Alegre, convocada por Alceu Collares. A comienzos de los años 90, volvió a la FEE como presidente de la institución. Fue secretaria estadual de Energía, Minas y Comunicaciones en dos oportunidades: en el gobierno de Alceu Collares y luego con el petista Olívio Dutra. En 2000 se afilió al Partido de los Trabajadores (PT).
Electo presidente, en su primer mandato (2003-2006) Lula convocó a Dilma para ser ministra de Minas y Energía. En junio de 2005, en medio de una profunda crisis del gobierno que provocó la baja de varios dirigentes del PT, Lula la nombró ministra de la Casa Civil, en reemplazo de José Dirceu, entonces el dirigente más importante del partido en el ministerio del gobierno. Desde ese puesto, Dilma sostuvo un gran debate interno con el hasta entonces principal ministro del área económica, Antonio Palocci, cuya gestión no lograba que el país retomara el camino del crecimiento. Dilma propuso un modelo de desarrollo con distribución de la renta, que acabó siendo adoptado por el gobierno. Así, se consolidó como la principal ministra de Lula y fue escogida para sucederlo en la presidencia, cargo para el cual fue elegida en 2010. En su primer mandato siguió en la dirección que había adoptado el gobierno de Lula, ampliando las políticas sociales con el lanzamiento de nuevos programas. Sin embargo, no contó con las condiciones económicas internacionales favorables de su antecesor y, al poco tiempo, fue perdiendo el apoyo del gran empresariado. A lo largo de su mandato la economía se mantuvo en un nivel bajo de crecimiento. Incluso así, cumplió la promesa de acabar con la miseria absoluta, rescatando a Brasil del mapa del hambre en el mundo.
En junio de 2013, como resultado de la ola de protestas contra los gastos para la realización de la Copa del Mundo en el país, su apoyo popular cayó considerablemente. En ese mismo año, en septiembre, se revelaron las acciones de espionaje del gobierno de los Estados Unidos contra la presidenta y otras dependencias de su gobierno, como Petrobras. En represalia, Dilma canceló la visita que ella haría a los Estados Unidos, viaje que terminó realizando en junio de 2015 y que representó la reanudación de la cooperación entre los gobiernos brasileño y norteamericano.
En 2014, durante su campaña por la reelección, Dilma enfrentó a dos candidatos de la oposición: Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y Marina Silva, del Partido Socialista Brasileño (PSB). Fue una contienda voto a voto. Tras derrotar a Aécio Neves en la segunda vuelta por un margen de 3% de los votos, Dilma salió vencedora.
Disconforme con la derrota, la oposición intentó impedir la asunción de la presidenta electa con manifestaciones en la calle y amenazas de impeachment, contando con el apoyo sistemático de los grandes medios, que ya habían hecho campaña abierta en favor de los candidatos de la oposición durante el proceso electoral. Por primera vez, un presidente fue elegido teniendo en contra a gran parte del empresariado y los medios, así como a la oposición del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), partido que era parte del bloque de apoyo al gobierno petista.
Su segundo mandato estuvo marcado por la crisis económica y, principalmente, política, tardando solamente algunos pocos y turbulentos meses. El 29 de agosto de 2016, Dilma Rousseff fue depuesta del cargo a través de un golpe parlamentario, en la forma de un proceso de impeachment, del que hizo parte el partido del vicepresidente, Michel Temer, quien al asumir el gobierno se apresuró en aprobar una serie de medidas de austeridad antipopulares.