Criado por una familia de Valencia, Armando Reverón ingresó en la Academia de Bellas Artes de Caracas en 1908, tuvo como profesores a Antonio Herrera Toro y Pedro Zerpa. En 1911, el mismo año en que realizó una exposición con Rafael Monasterio en la Escuela de Música y Declamación de la Academia, en Caracas, se marchó a estudiar en la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona, gracias a una beca de estudios. Después asistió a la Academia San Fernando, de Madrid (1912). En dicha experiencia, fueron de gran influencia el universo de Goya y el taller de Moreno Carbonero, quien fue profesor de Salvador Dalí.
En 1915, Reverón retornó a Venezuela, y se integró al conocido grupo de artistas del Círculo de Bellas Artes. En 1916 pintaba al aire libre sus primeros paisajes, motivo que lo hizo conocido, según Luis Pérez Oramas (curador de arte latinoamericano del MoMA, Nueva York), como un artista que
tuvo como límite figurativo de sus obras una montaña alta –Ávila– y que en sus perfiles descubrió, bajo la apariencia ingenua de los paisajes más convencionales, la primera “forma pura” de pintura que, permutando sin cesar sus perfiles y colores, trazó inesperadamente para el arte del país la posibilidad de una mirada moderna.
En 1917, el artista conoció a su modelo y esposa, Juanita Ríos. En 1919 llegó a Caracas el pintor ruso Nicolás Ferdinandov, que fue uno de sus maestros. Ese mismo año creó una de sus obras más importantes, La cueva, también conocida como Mujeres en la cueva. A partir de 1922, comenzó su llamado “período blanco”. En 1933 sufrió su primera crisis nerviosa. Poco después, abandonó la pintura al óleo para trabajar con papel y pigmentos diluibles en agua. En 1934 realizó exposiciones en Caracas y París.
Reverón fue premiado en la Exposición Internacional de París (1937) y, en 1939, expuso en la Feria Mundial de Nueva York. En la primera mitad de los años 40 realizó varias exposiciones en América Latina. En 1945 fue internado en una clínica de reposo. Entre 1948 y 1949 pintó una famosa serie de autorretratos. En 1951, el Centro Venezolano Americano hizo la primera retrospectiva de su obra. En 1951 y 1952 realizó una película que fue exhibida en el festival de Cannes. Participó de la III y XXIV Bienales de São Paulo. Falleció en 1954, el mismo año en que se presentaron obras suyas en la XXVII Bienal de Venecia.