Mário José Breves Rodrigues Peixoto realizó un único filme, Limite (1931), obra prima del cine mudo. De origen aristocrático, su familia poseía muchas tierras en el Estado de Río de Janeiro. Alumno de colegios tradicionales, en 1927 estudió como interno en la Hospedene School, Inglaterra. En Europa, se interesó por el cine alemán. De vuelta a Brasil, hizo contactos en los medios teatrales y cinematográficos, acompañó las filmaciones de Barro humano (Adhemar Gonzaga, 1929), y condujo a Gonzaga a fundar Cinédia, primera productora brasileña que intentó hacer filmes según los moldes hollywoodenses. Fue la época en que se fundó el Chaplin Club (1928), con su periódico O fan, donde escribían Octavio de Faria, Plínio Süssekind Rocha, Cláudio Mello y Almir Castro.
Saulo Pereira de Mello, estudioso de Limite, ha escrito que el filme de Peixoto se había realizado en un momento de gran entusiasmo y esperanza en relación con el cine brasileño. Mário escribió el guión del filme y se lo ofreció a Adhemar y a Humberto Mauro, pero ninguno aceptó dirigirlo. Él mismo, entonces, resolvió filmarlo. Edgard Brasil fue indicado por Gonzaga para la fotografía y Taciana Reis fue una de las actrices. Se estrenó en mayo de 1931, en el Cine Capitolio (Río de Janeiro), en una función promovida por el Chaplin Club. La trama era simple: un hombre y dos mujeres se convierten en náufragos en un pequeño bote y, por medio de flashbacks se relatan sus historias, siempre infelices. Arthur Autran escribe que Limite
se relaciona con todos los tipos de constricciones que oprimen al hombre, muy especialmente las de orden metafísico. El pequeño barco que queda a la deriva es un símbolo del hombre ante el universo y sus fuerzas, frente a las que el hombre no es nada y camina inexorablemente hacia la muerte. La conciencia de esto genera una insatisfacción permanente con la vida.
Advierte el investigador que muchas otras claves importantes pueden explotarse, como las cuestiones de la memoria y de la fuga. Limite, que fue visto por pocos, se convirtió en un mito. La única copia existente estaba deteriorándose y, a comienzos de los años 70, Plínio S. Rocha junto con Saulo Pereira de Mello, luego de años de trabajo, consiguieron recuperarla. En los años 80 la obra fue lanzada en video. Peixoto no dirigió otra película, aunque hizo otros intentos. Escribió el guión de Onde a terra acaba, a pedido de la actriz y productora Carmen Santos. Inició la dirección, pero las desavenencias entre ambos le hicieron abandonar la producción, que quedó inconclusa. Efectuó otros intentos, pero ninguno dio resultado. Escribió varios guiones y se dedicó a la carrera literaria, pero pocos de sus trabajos fueron publicados en vida. Se destacan el libro de poemas Mundéu (1931), el guión de A alma segundo Salustre (1983), la novela O inútil de cada um (1984), además de algunos cuentos y algunas piezas teatrales, en su mayoría editados bajo la supervisión de Saulo Pereira de Mello, responsable del Archivo Mário Peixoto. Arthur Autran recuerda que aún en 1988 Limite fue considerado el mejor filme brasileño de todos los tiempos, en una encuesta a los críticos promovida por la Cinemateca Brasileña.