Argelia Laya murió el 27 de noviembre de 1997 en Río Chico, su ciudad natal en el Estado de Miranda, en una jornada de trabajo del partido que había fundado con otros en 1970: el Movimiento al Socialismo (MAS). Llegó a ser presidenta del MAS en 1990 y representando al partido fue consejera en el municipio de Sucre, parlamentaria y candidata a gobernadora de Miranda. En 1997 estaba gravemente debilitada después de varios años de problemas de salud.
Ese día ya se había discutido, entre otros asuntos difíciles, el respeto a la cuota del 30% de mujeres en las bancas para todos los concejos deliberantes –como lo consagra el artículo 144 de la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política vigente–, por el cual Argelia Laya se había movilizado de manera incansable años antes. Por eso se puede afirmar que, literalmente, luchó hasta la muerte por las conquistas del movimiento de mujeres.
Como pobre, negra y mujer, Argelia combatió todas las discriminaciones en su larga carrera política, que comenzó como profesora en Guaira, en el Estado de Vargas, después de graduarse en la Escuela Normal (1945). Fue militante de la Acción Democrática de 1946 a 1950. Después, y hasta la fundación de MAS, militó en el Partido Comunista de Venezuela. Fue “correo” durante el gobierno autoritario de Pérez Jiménez y, cuando el dictador cayó, era guerrillera en las montañas del Estado de Lara.
Siempre fue creyente en Dios y feminista. Militó en la Unión de Muchachas de Venezuela (instancia legal de la ilegal Juventud Comunista), que fue creada en 1951, en la sede de la que fue la más importante de las asociaciones de mujeres luego de la muerte del dictador Juan Vicente Gómez, la Asociación Cultural Femenina. Conformó el Comité Femenino de la Junta Patriótica que contribuyó a derribar a Marcos Pérez Jiménez, en enero de 1958. Fue una de las oradoras en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo de 1958, en el Nuevo Circo de Caracas. Al año siguiente integró la delegación que asistió, en noviembre de 1959, en Santiago (Chile), al Primer Congreso Latinoamericano de Mujeres.
Siendo parlamentaria por Miranda, Argelia estuvo presente en la reunión de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en la cual se evaluaba el decenio 1975-1985, con vistas a la preparación de un informe no gubernamental para ser presentado en la reunión que la ONU organizaba para tal efecto en Nairobi (Kenia). Una de las propuestas era crear una instancia nacional de mujeres que continuasen trabajando juntas. La militante del MAS se convirtió en Coordinadora de la ONG de Mujeres. En 1989 fue una de las promotoras de la Comisión Bicameral para los Derechos de la Mujer en el Congreso Nacional, creada con el fin de velar por el cumplimiento de la Convención Internacional para la Eliminación de toda Forma de Discriminación contra la Mujer. Argelia Laya no dejaba vacío ningún espacio donde pudiese hacerse oír y en el cual pudiese luchar por las reivindicaciones específicas de las mujeres. Fue uno de sus legados a los más jóvenes. El otro legado era que no dejasen de escribir aquello que les parecía interesante oír. Como un homenaje a esta segunda insistencia de Argelia, el Centro de Estudios de la Mujer de la UCV publicó, después de su muerte, en un número dedicado a ella, los dos folletos que escribió sobre la condición de la mujer y dos de sus discursos.