Luego de estudiar historia en la Universidad de La Plata, el argentino Carlos Jáuregui viajó en 1978 a Francia para continuar sus estudios. Allí entró en contacto con la comunidad y la militancia gay parisina, lo que influiría en su militancia política. Al término de la dictadura militar, volvió al país. Aunque la Argentina respirara nuevos aires democráticos, la represión contra la comunidad GLTTBI continuaba vigente mediante decretos policiales. En marzo de 1984 se llevó a cabo una operación policial contra la discoteca Balvanera, que terminó siendo clausurada. Ello motivó una intensa agitación de la comunidad gay y de la antigua militancia. Reunidas en asamblea, más de cien personas decidieron fundar una organización para enfrentar la represión policial.
Nacía entonces la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), presidida por Carlos Jáuregui. Se abrieron varios frentes: la lucha contra la represión, una contundente política de visibilidad como forma de acción política, y la lucha contra el VIH, el virus del sida, que por entonces desembarcaba en la Argentina. Como él mismo declaró, “todos vinieron a consultarnos”. Con una fuerte presencia mediática, publicó artículos en diarios y revistas, participó en programas de radio y televisión, e instaló el debate sobre la homosexualidad no sólo en la agenda política, sino en la agenda cultural argentina. Escribió también el libro La homosexualidad en la Argentina (Tarso, 1997).
En 1994, Jáuregui fue uno de los fundadores del grupo Gays y Lesbianas por los Derechos Civiles (Gays DC). Desde este grupo se iniciaron querellas y juicios a personalidades que hostilizaban abiertamente a la comunidad GLTTBI (como el cardenal Quarracino), así como otras acciones tendientes a lograr el reconocimiento de la igualdad de derechos de las personas portadoras del VIH. En 1992, Carlos Jáuregui dirigió la primera Marcha del Orgullo, en homenaje a la revuelta de Stonewall.
Falleció debido a una enfermedad derivada del VIH, el 20 de agosto de 1996.