CTM

Confederación de Trabajadores de México

Después de la Revolución Mexicana de 1910 surgieron diversos sindicatos combativos que, con la Constitución de 1917, obtuvieron la reglamentación de varios derechos laborales. En contrapartida, se formaron entidades que reunían a diferentes sindicatos, como la Confedera­ción Regional Obrera Mexicana (CROM). Eran los comienzos del abandono de un sindicalismo autónomo y con aspiraciones socialistas y de base para una alianza, a veces subordinada y cupulista, con el Estado y en beneficio del capital, la cual se mantiene hasta la actualidad.

En 1936, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, se formó la Confederación de Trabajadores de México (CTM), que unía a los trabajadores a nivel federal (como los de la industria, destacándose los metalúrgicos, los petroleros y mineros, y los de los transportes, como los ferroviarios) y a nivel estadual y regional (los gráficos, entre otros). El apoyo de la CTM, de la Confederación Nacional Campesina (CNC) y de otros sectores sustentó la formación del Partido Revolucionario Institucional (PRI), mecanismo casi “natural” de pasaje de dirigentes sindicales a cargos políticos. Dos años después, un ala disidente de la CTM que reunía a categorías combativas, como las de los ferroviarios, mineros, metalúrgicos y petroleros, formó la Confederación Unitaria del Trabajo (CUT).

Incluso sumando fuerzas, las asociaciones sindicales combativas y las burocratizadas están lejos de representar a la totalidad de la clase trabajadora. Contribuye con esa dificultad la enorme diversidad de los sindicatos mexicanos en lo que se refiere a prácticas, historias, orientaciones, estructuras, etc. En tanto los mineros o electricistas cuentan, por ejemplo, con organizaciones de carácter nacional y de gran afiliación, los trabajadores de la construcción civil, de la industria textil y del comercio disponen, cuando mucho, de sindicatos pequeños y dispersos. La unidad del movimiento sindical mexicano aún es una aspiración, a pesar de los intentos realizados en ese sentido. A lo largo de los años 80 y 90 los sindicatos enfrentaron una fuerte oposición patronal que procuraba anular, en las negociaciones colectivas, importantes cláusulas contractuales y mantener los salarios en baja, recurriendo al argumento de la crisis económica crónica. En buena medida, ésta resultaba de las políticas neoliberales adoptadas después de 1988 por Salinas de Gortari. En su gobierno se acumuló un creciente descontento popular que, en 1994, acabó en la rebelión armada organizada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

En los años siguientes se formó en México un partido de derecha “moderna”, el Partido de Acción Nacional, por el cual, debido al desgaste político del PRI, resultó electo en el año 2000 el presidente Vicente Fox. No obstante se puede decir que, desde el gobierno de Salinas, la conducción de la política mexicana poco se modificó en el sentido de una democratización o incluso de dirigir sus esfuerzos a los intereses nacionales.

por admin publicado 01/09/2016 16:30, Conteúdo atualizado em 02/06/2017 09:15