En la década de 1920 se afirmó una fuerte corriente marxista en el movimiento obrero de Perú. Su inspirador era José Carlos Mariátegui, quien había fundado el Partido Socialista de Perú en 1928. Tras la muerte de Mariátegui, el PS peruano estrechó su vínculo con la Internacional Comunista y en el año 1930 pasó a llamarse Partido Comunista Peruano. Pensador original, Mariátegui concibió un proceso revolucionario basado en la figura del indio, considerado una fuerza fundamental en cualquier proceso de transformación. Fue uno de los fundadores, en 1929, de la Confederación General de Trabajadores de Perú (CGTP), de corta duración.
En 1944 el PC peruano y la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) fundaron la Confederación de Trabajadores de Perú (CTP), que a partir de 1945 quedó bajo el control absoluto de la corriente aprista.
- Sede de la CGTP, en Lima, Perú (Nétor Arserius/Union to Union)
En 1964, después de la desvinculación de las corrientes maoístas y trotskistas, el PC peruano adoptó el nombre de PC-Unidad. Tras haber intentado retomar el poder en la CTP fundó, en 1968 y con otros partidos, la nueva CGTP –en alusión simbólica a la confederación que creara Mariátegui–. La CGTP se convertiría luego en la principal central sindical del país.
En la década de 1970, la nueva izquierda se opuso fuertemente a la línea colaboracionista –comenzada por el PC-Unidad dentro de la CGTP– con el régimen del general Juan Velasco Alvarado. Algunas federaciones de presencia contundente, como la de los mineros, se desvincularon de la central y no retornaron sino hasta la década de 1980. La Confederación Campesina de Perú también se reorganizó, a partir de 1973, al margen de la CGTP.
Los principales dilemas que hoy enfrenta la central sindical son fruto de la implementación de políticas neoliberales llevada a cabo por Alberto Fujimori en la década de 1990. La flexibilización de las leyes laborales fue el punto clave de esas transformaciones y dio origen a diversas formas de trabajo precarias mediante el aumento de las tercerizaciones y las subcontrataciones. El ya elevado índice de subempleo –que en 1995 era del 42,4%– ascendió al 60,3% en el año 2001. Esto tuvo como consecuencia la drástica extinción de la estabilidad laboral, de la negociación colectiva de los salarios y del control de precios, factores que han debilitado sobremanera la acción sindical. En la actualidad la central busca aumentar las protestas y reivindicaciones políticas, reagrupando diversas fuerzas sociales.
- El jefe del Parlamento, Daniel Abugattás Majluf, recibe a dirigentes y miembros de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), en febrero de 2012 (Congreso de la República del Perú)