Uno de los responsables de la formación del grupo de teatro paulista Oficina Uzina Uzona (1958), al lado de José Celso Martínez Corrêa, Renato Borghi y otros, el actor y director Amir Haddad abrió el camino de un teatro volcado al espacio público. Es lo que su grupo, Tá na Rua, viene haciendo desde 1980 en Río de Janeiro, además de recorrer otras plazas de Brasil y del exterior.
Insatisfechos con lo que consideraban límites ideológicos de la actividad teatral en aquella época, Haddad y otros artistas cariocas decidieron ir a las calles. Creían que el espacio abierto propiciaba más libertad para consolidar un lenguaje que se alimentara directamente de las características y de las necesidades del pueblo brasileño.
El primer espectáculo fue el Auto de natal (1982), teatralización del poema Meu caro jumento, de Patativa do Assaré. A veces, el grupo parte de una dramaturgia ya terminada, como en Morrer pela pátria (1984), de Carlos Cavaco, o Uma casa brasileira, com certeza (1989), de Wilson Sayão. Pero también se apropia de otros materiales como en Febeapá revisitado (1992), basado en crónicas de Stanislaw Ponte Preta, seudónimo de Sérgio Porto.
La apertura para la improvisación ante el público permite la construcción en proceso de un espectáculo como Dar não dói, o que dói é resistir (2004), que presenta formas de resistencia cultural en el país durante la dictadura militar (1964-1985). Las intervenciones de los espectadores son enmendadas al hilo narrativo, estableciendo un diálogo entre el pasado y el presente. La propuesta es que el espectador se torne actor, tomando en las manos la configuración y la discusión de su destino.
Otro frente de Tá na Rua es el de los proyectos desarrollados especialmente para eventos al aire libre, tales como las fiestas populares. En el Carnaval carioca de 1989 integró el desfile de la escuela de samba Beija Flor, con el enredo Ratos e urubu, larguem minha fantasia. Practicando un teatro que se quiere popular, con un lenguaje dialéctico que promueva la acción y la reflexión, Tá na Rua propone al espectador la búsqueda de la autoexpresión que conduzca a una identidad propia y crítica ante la cultura dominante.
Desde 2000, el grupo se convirtió también en el Instituto Tá na Rua para las Artes, la Educación y la Ciudadanía. Su norte es la enseñanza, la investigación y la creación en un teatro popular.