A partir de los años 80, Brasil asistió a un fenómeno en el sector de las telecomunicaciones: la entrada de las iglesias pentecostales y evangélicas en empresas de medios de comunicación. La inversión más expresiva en esa dirección fue la compra de TV Record por parte de la Iglesia Universal del Reino de Dios, en 1990. Según Daniel Liidtke, del sitio Canal da Imprensa, con ésta en 2005 existían ya cuatro emisoras evangélicas en el país, contra tres católicas.
La expansión de los evangélicos se dio también en la prensa escrita, editando revistas, como Eclésia, y diarios como Folha Universal. El sector posee cerca de treinta grabadoras de discos y editoriales de libros, con una facturación anual, en 2002, de alrededor de R$ 90 millones.
Liidtke agrega también que:
La Iglesia Católica se mantuvo relacionada con la radio durante décadas. Mientras tanto, nuevas iglesias nacían y se apoderaban de la pluralidad disponible de los medios de comunicación más modernos y de mayor impacto, para llegar a las personas con más eficiencia. Sin embargo, hasta en la radio los evangélicos superaron a los católicos: 470 emisoras contra 200, sin hablar de la mejor calidad de la producción y la programación.