Ronaldo Luiz Nazário de Lima, mundialmente conocido por su primer nombre, o como Ronaldo “Fenómeno”, nació en una familia humilde en el barrio de Bento Ribeiro, suburbio de Río de Janeiro. Su madre trabajaba catorce horas por día en pizzerías y supermercados para educar a los tres hijos, pues cuando Ronaldo tenía trece años su padre abandonó la casa. A esa edad, estuvo a punto de jugar en el Flamengo, pero no tenía dinero suficiente para costear los cuatro pasajes necesarios para ir de casa hasta el club. Comenzó a jugar en el São Cristovão, y dos años más tarde, fue transferido al Cruzeiro, de Minas Gerais. A los dieciséis años, su vida dio un gran cambio: su prestigio creció vertiginosamente en el nuevo club y todos los equipos se lo disputaban.
Ronaldo debutó en la selección brasileña a los diecisiete años y fue campeón del mundo en 1994, aunque no haya participado de ningún partido en el torneo. Luego fue transferido al PSV de Holanda, por US$ 6 millones, equipo en el cual disputó las temporadas de 1994 y 1996. En ese último año fue elegido por la FIFA el mejor jugador del mundo. En 1996 firmó un contrato con el Fútbol Club Barcelona por ocho años –por la transferencia, el club catalán pagó al PSV US$ 20 millones–.
El 20 de enero de 1997 fue consagrado nuevamente el mejor jugador del mundo, según la FIFA, y en el mismo año obtuvo el Balón de Oro, premio concedido por la revista France Football. En el verano de 1997, incluso antes de terminar la temporada dejó Barcelona para ingresar en el Inter de Milán, donde ganaría US$ 5 millones por año. En 1998, luego del apartamiento de Romário, fue la gran referencia de la selección brasileña en la Copa del Mundo de Francia. Con dolores en la rodilla y jugando en un equipo desestructurado, Ronaldo fue el goleador de Brasil con cuatro goles y elegido el mejor jugador de la Copa. Antes de la final contra Francia, una indisposición inexplicada, diagnosticada como “convulsión”, casi saca al jugador de la final –y desequilibró todo el equipo brasileño, que perdió por 3 a 0–; este hecho dio lugar a especulaciones y rumores.
En los años siguientes, Ronaldo sufrió diversas lesiones, algunas de ellas muy serias, en las rodillas. Estuvo varios meses en recuperación y llegó a pensar que no volvería a la cancha. Incluso recuperado de una operación muy seria en la rodilla, volvió a tener problemas musculares en 2001 y precisó varios meses de adaptación para retornar al campo. Las dudas sobre su forma física y sobre las cualidades excepcionales de su juego quedaron definitivamente superadas en 2002, en la Copa del Mundo de Corea y de Japón, cuando recuperó su condición de astro. Fue el goleador del torneo con ocho goles –dos de ellos en la victoria sobre Alemania en el partido decisivo–, y consiguió la quinta Copa del Mundo para Brasil (y la segunda personal).
La excelente actuación colocó al goleador en la mira de los mejores clubes del mundo y en agosto de 2002, luego de semanas de arduas negociaciones entre el Inter de Milán y el Real Madrid, el equipo español compró al jugador brasileño por 45 millones de euros. En los últimos días del año, Ronaldo recibió los dos premios de mayor prestigio en el mundo del fútbol: por segunda vez, el Balón de Oro, de la France Football, y, por tercera vez, el premio de la FIFA al mejor jugador del planeta. En la Copa del Mundo de Alemania, 2006, marcó tres goles más, y se convirtió en el mejor goleador de la historia de los mundiales de fútbol com 15 goles –récord que sería roto en 2014 por el inglés Miroslav Klose, quien llegó a 16 goles en el total–.
- Ronaldo en un partido a beneficio, Fútbol Contra la Pobreza, en marzo de 2004 (Ludovic Péron/Wikimedia Commons)
