Morales, Evo

Morales, Evo

Oruro (Bolivia), 1959

Juan Evo Morales Ayma, dirigente de los campesinos productores de hoja de coca del Chapare, líder del partido político Movimiento al Socialismo (MAS) y máxima figura de la presencia indígena en las luchas políticas electorales, nació el 26 de octubre de 1959, en Orinoca, en la comunidad indígena aimara de Llama Isallavi del ayllu Sullka, al sur de Carangas, departamento de Oruro.

Vivió su niñez y juventud en el campo, participando de las actividades agrícolas y destacándose como jugador y director de equipos de fútbol.

En los años 80, después de haber realizado el servicio militar obligatorio, se trasladó junto con otros miembros de su familia del altiplano al trópico, al Chapare, en el departamento de Cochabamba, en busca de tierras y mejores oportunidades de trabajo.

Como buena parte de los líderes de comunidades agrarias, su trayectoria como dirigente se inició en el ámbito deportivo. En 1981 fue nombrado secretario de deportes del sindicato agrario. Después fue dirigente del sindicato, secretario de actas de la Central (unión territorial de varios sindicatos agrarios) y, más tarde, dirigente de la misma. En 1988 fue elegido como secretario ejecutivo de la Federación del Trópico y, desde 1992, presidente de la Coordinadora de las seis Federaciones del Trópico que aglutina cerca de setecientas comunidades en toda la zona del Chapare.

En 1995, junto con otros líderes campesinos, apoyó la formación del Instrumento Político para la Soberanía de los Pueblos (posteriormente MAS) con el objetivo de participar en las elecciones municipales y parlamentarias. En 1997 compitió por la Cámara de Diputados, y resultó electo con el porcentaje de votación más alto del país.

En 2002 Morales disputó por primera vez la presidencia de la República, y obtuvo el segundo lugar, lo que hizo de la izquierda indígena un actor decisivo del sistema político boliviano tanto en el ámbito electoral como en el de las movilizaciones sociales.

La trayectoria sociopolítica de Evo Morales ha estado marcada por su presencia en dos épocas de tensión social en este país que han construido su perfil y liderazgo actual.

En los años 80 y 90, a medida que el movimiento obrero se debilitaba, la zona del Chapare se convertía en la región de mayor presencia militar e intervención norteamericana con el objetivo de erradicar la producción de hoja de coca. Los sindicatos de productores campesinos se unieron y, durante diez años, fueron el movimiento social más asediado y más activo. En ese escenario, la presencia de Morales se ha destacado por su capacidad de crear consensos entre los sindicatos, por su intransigente defensa de los intereses de las comunidades agredidas y por sus esfuerzos para hacer alianzas con sectores sociales urbanos y de otras regiones. Desde esa época, su antagonismo con el gobierno norteamericano contribuyó a dotar a la identidad indígena y campesina de su personalidad y sus proyectos políticos. A su vez, esta veta antiimperialista fue la puerta que le ayudó a encontrar apoyos y seguidores entre los militantes de la antigua izquierda, poco afecta al discurso indianista, pero simpatizante de un discurso antiestadounidense.

El segundo momento que definitivamente proyectó a Evo Morales hacia un liderazgo nacional fue el inicio del ciclo de las grandes movilizaciones sociales entre 2000 y 2001. La movilización se solidarizaba con los sindicatos campesinos del Chapare, apoyando a los rebeldes urbanos de Cochabamba que intentaban expulsar una empresa extranjera; participó en la rebelión indígena de octubre de 2000 que se había iniciado en el departamento de La Paz y, rápidamente, su discurso antiimperialista y de reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas comenzó a ganar adeptos entre otros sectores decepcionados con las políticas de libre mercado.

Hombre de extraordinaria intuición para ubicarse en la complejidad del cambiante campo político, se destaca por encima de los otros dirigentes indígenas por el carisma y su capacidad de unificar fuerzas y liderazgos populares dispersos. Además, es el único líder indígena que ha podido establecer acuerdos con sectores urbanos de clase media perjudicados por las reformas neoliberales de la economía.

Esta capacidad para generar alianzas flexibles con el multiforme y siempre fragmentado movimiento social boliviano le permitió conseguir un resultado electoral sorprendente en las elecciones de 2002, que lo consagraron como el líder indígena y de izquierda más importante de la vida política del país y el primero en toda la historia republicana con posibilidades razonables de acceder a la presidencia de la República.

Comprometido con la lucha por el poder estatal por vías estrictamente electorales, en los últimos años ha buscado ampliar los puentes de diálogo con sectores urbanos inclinados a posiciones moderadas respecto a las demandas de los movimientos sociales. Debido a esto, tanto el MAS como Evo Morales oscilan entre la presión para encabezar las demandas sociopolíticas de los movimientos sociales (nacionalización de los hidrocarburos, asamblea constituyente, etc.) y el desarrollo de iniciativas moderadas que permitan una adhesión de sectores medios urbanos, considerados necesarios para una victoria electoral.

Evo Morales fue elegido presidente de Bolivia en diciembre del 2005, con más del 50% de los votos, y se convirtió así en el primer líder indígena en ocupar ese cargo en el continente. Él sería reelecto para el cargo en diciembre de 2009 y en octubre de 2014.

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Asunción, por tercera vez consecutiva, del líder indígena Evo Morales, en La Paz, Bolivia, en enero de 2015; a su lado el presidente de Ecuador, Rafael Correa (David G Silvers/Cancillería de Ecuador)

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por admin Conteúdo atualizado em 20/05/2017 15:57