Roberto “El Negro” Fontanarrosa fue uno de los más célebres y respetados humoristas e historietistas argentinos. Apasionado por el fútbol, las mujeres, la política y las conversaciones de café, Fontanarrosa, según sus propias palabras, sólo quería hacer reír: “No aspiro al Nobel de Literatura. Me considero más que satisfecho cuando alguien se me acerca y me dice: Me maté de risa con su libro”.
Tras un fugaz pasaje por el medio publicitario, se dedicó enteramente al humor a partir de la publicación de su primera historieta en la revista Boom, en 1964. En 1971, en pleno auge de los filmes de James Bond, presentó en la revista Tinta a uno de sus mejores personajes, “Boogie, el aceitoso”, parodia del famoso agente secreto. Un año más tarde surgió la revista Hortensia, que marcó un hito en la historia de la historieta argentina, y en la que participaron grandes dibujantes como Caloi, Brócoli, Crist e Ian. En esa publicación Fontanarrosa desarrolló dos de sus personajes más conocidos, Inodoro Pereyra, el “renegau”, y Boogie. El primero, un gaucho melenudo y malhumorado que vive en la pampa con su mujer, Eulalia, y el perro Mendieta, surgió como una parodia a la cultura folclórica y telúrica argentina. El segundo, un mercenario norteamericano impiadoso, misógino, sarcástico y racista, encarna, con humor ácido, los peores rasgos de la humanidad. Dos mundos, dos personajes totalmente diferentes que reflejan la inteligencia y la sensibilidad de su creador.
En 1972 publicó ¿Quién es Fontanarrosa?, su primer libro. A medida que la historieta fue ganando prestigio, se abrieron nuevos espacios para su publicación y en 1973 Fontanarrosa comenzó a publicar en la contratapa del periódico Clarín, el diario de mayor circulación de la Argentina, junto a otros destacados historietistas como Viuti, Tabaré y Altuna.
A partir de 1981 comenzó a publicar novelas y cuentos, entre los que se pueden mencionar: Best Seller, El área 18, El mundo ha vivido equivocado, No sé si he sido claro, Nada del otro mundo, Uno nunca sabe, El mayor de mis defectos, La mesa de los galanes (que inmortaliza las charlas del bar rosarino El Cairo) y La gansada. En 1984 colaboró en la revista Fierro, en la que publicó sus Semblanzas deportivas y Las aventuras de Sperman, un donante de esperma.
Fontanarrosa también colaboró con el grupo Les Luthiers y fue contratado por
el diario Clarín para comentar los partidos de fútbol de la selección argentina durante la Copa del Mundo de los Estados Unidos, en 1994. Entonces dio vida a la Hermana Rosa, una vidente que pronosticaba los resultados.
Irreverente, prolífero y muy argentino, Fontanarrosa se ha convertido en un referente indiscutible para varias generaciones de historietistas latinoamericanos. Murió el 19 de julio de 2007 en su ciudad natal. En 2014 el Congreso argentino instituyó el 26 de noviembre, fecha de cumpleaños de Fontanarrosa, como el Día Nacional del Humorista.