En 1995, los creadores del espectáculo Verás que tudo é mentira –adaptación del libro Capitán Fracaso, de Théophile Gautier– decidieron transformarse en el grupo Folias D’Arte, de São Paulo. Sus integrantes constituyen el núcleo de un colectivo que en 2005 involucraba a por lo menos sesenta personas. Hasta el año 2000, cuando fue inaugurado el espacio escénico Galpão do Folias, el grupo había producido las piezas Antígone tropical (1997), Cantos peregrinos (1997) y Folias Fellinianas (1998).
Con el apoyo del Grupo Tapa, produjo en el año 2000 los espectáculos con que inauguró su espacio: Surabaya, Johnny!, un cabaret inspirado en Bertolt Brecht, y Happy End, de Elisabeth Hauptmann, con música de Brecht y Kurt Weill. El desafío de crear y mantener un espacio teatral en el barrio Santa Cecília, una de las áreas más degradadas del centro de São Paulo, sumado a la inauguración en 2004 del Praticável do Folias, es parte de los elementos que definen el programa de intervención del grupo en el panorama teatral de la ciudad.
Su teatro es radicalmente experimental (tiene cerca de cien localidades) y el Praticável es un espacio para la investigación y la formación de los integrantes. Además de estas funciones, sus espacios son destinados a la difusión de sus propuestas técnicas y al intercambio con otros colectivos de creación y formación. El proyecto se complementa con la publicación de libros y del Caderno do Folias y con un Consejo Artístico cuya función básica es acompañar y ahondar la reflexión crítica sobre los trabajos del grupo.
La identidad en proceso de Folias pasa por las siguientes convicciones: en primer lugar, el teatro es un espacio público y por lo tanto inmediatamente político, y por eso cada espectáculo tiene la obligación de decir a qué vino. Segundo: la separación entre cultura erudita y popular es una operación ideológica al servicio de la dominación de clase y por eso debe ser superada en favor de la producción de un pensamiento y un discurso político de los que la escena debe dar cuenta sin subterfugios. En tercer lugar, la producción de una dramaturgia propia, que debe atender las necesidades experimentales y de formación permanente del colectivo, se realiza por medio del diálogo crítico con la producción de textos clásicos o contemporáneos que ofrezcan desafíos estéticos y políticos en condiciones de dialogar de modo productivo con los problemas del presente.
En el conjunto de las producciones cabe destacar el experimento que resultó de una oficina de investigación y formación de puestistas en escena, que involucró a los integrantes del colectivo. Se trata del proceso de producción del espectáculo presentado en 2004, Nada mais foi dito nem perguntado, un texto de Luís Francisco Carvalho Filho que enfoca situaciones que ponen en cuestión el ejercicio de la Justicia. Cada uno de los seis puestistas dirigió por lo menos dos episodios con la coordinación de Marco Antônio Rodrigues, el puestista veterano del grupo.
Folias D’Arte presenta anualmente, desde 2002, una muestra de su repertorio en la que el público tiene oportunidad de ver o rever espectáculos que ya son clásicos: es el caso de Babilônia, de 2001, texto de Reinaldo Maia, en el que el grupo examina los horizontes de quienes hacen arte en un ambiente de completa exclusión; Cantos peregrinos, de 1997, texto de José Antônio Rodriguez, con dirección musical de Dagoberto Feliz, donde el Génesis es parodiado con los recursos de la comedia popular medieval; Othelo, de 2003, escenificación épica de Shakespeare; y Single Singers Bar, de 2002, un espectáculo de cabaret que comenta nuestras miserias asumiendo radicalmente la pobreza en la que todos estamos sumergidos. El clásico más reciente de ese repertorio –que ya suma 21 espectáculos, incluyidos los infantiles– fue estrenado en 2005. Estamos hablando de El día que me quieras, una reflexión ácida y desencantada pero optimista, sin paradoja alguna, sobre los desencuentros de la política y la cultura de izquierda en el siglo XX.
El grupo se ha transformado en referente del teatro paulista por su doble compromiso con la excelencia del trabajo teatral y con la lucha por el reconocimiento del derecho a la cultura y, por extensión, al teatro.