Conjunto teatral nacido en Londrina (Brasil), en 1987, y en la actualidad radicado en Río de Janeiro. Armazém Companhia de Teatro se caracteriza por cultivar el espíritu de juego en la forma de relacionarse con el público, un rasgo ya presente en la obra que originó al grupo, Aniversario de vida, aniversario de morte (1987), adaptación de la obra Nossa cidade, de Thornton Wilder, cuando aún respondía al nombre de Companhia Dramática Bombom Pra Que Se Pirulito Tem Pauzinho.
En el espectáculo más popular y lúdico de la compañía, Alicia a través del espejo (1998), el espectador es transportado al mundo paralelo creado por Lewis Carroll, cuya literatura corrompe nociones temporales y espaciales. En el espectáculo, el público transita entre realidades sensoriales, sonoras y táctiles en medio de paisajes que se comprimen o se amplían. La composición visual es fundamental para las puestas en escena de Paulo de Moraes, director de la compañía, quien también suele ser el responsable de la escenografía e iluminación. La búsqueda de un impacto plástico no empaña el trabajo del actor, cuyo énfasis está en la expresión corporal, ni el tratamiento de la palabra. Este equilibrio puede ser constatado, por ejemplo, en A ratoeira é o gato (1993), la primera puesta con proyección nacional, y se perfeccionó con la asociación entre Moraes y el poeta y dramaturgo Maurício Arruda Mendonça, a partir de 1994. Tal asociación permitió la intensificación de la colaboración entre actores en la sala de ensayo y la escritura de un lenguaje propio.
El espectáculo Sob o sol em meu leito após a água (1997), inspirado en el épico hindú Mahabharata, presenta una estructura circular en su narrativa: comienza por el medio, va al final y retorna al inicio. Da arte de subir em telhados (2001) coloca la memoria en el centro de la acción. Los actores equilibran sus personajes literalmente sobre un tejado. La experiencia fue grabada en el primer DVD de teatro brasileño, una producción independiente del grupo Armazém. El espectáculo Pessoas invisíveis (2002) coronó el dominio de todos los elementos de la escena al recrear las historietas del estadounidense Will Eisner, sin perjuicio de la poética –o de la condición patética– de los personajes demasiado humanos. El paisaje de la ciudad es fundido en la soledad de los habitantes. En A caminho de casa (2003), el espacio urbano sufre una implosión por medio de un hombre-bomba, según los tres actos que componen una crónica cruel del terrorismo a escala personal y global. Teatro del dolor, pero que no quiere perder la ternura.