Jesus, Clementina de

Valença, 1902 - Río de Janeiro (Brasil), 1987

Clementina de Jesus da Silva, “Reina Quelé”, nació sólo catorce años después de la abolición de la esclavitud (1888). Hija de una madre liberada gracias a la Ley del Vientre Libre, un padre guitarrista y capoeirista, y nieta de la africana Mina, fue en ese mismo interior de Río de Janeiro que había recibido innumerables negros bantús para ser convertidos en esclavos, donde ella hizo sus primeros contactos con los ritmos africanos, que recién mucho más tarde revelaría a Brasil.

Aún siendo niña se mudó a la capital, Río de Janeiro. A los 12 años ya cantaba en coros de la iglesia y salía como integrante de una comparsa de carnaval; a los 14 comenzó a trabajar como empleada doméstica, planchadora y lavandera. Formó parte de la Escola de Samba da Portela hasta 1940, cuando se casó con el integrante de la Escola Mangueira Pé Grande (Albino Correia da Silva), se mudó al morro de la Mangueira, y pasó a integrar la misma escuela de su marido. Cantaba para los amigos y trabajaba para un matrimonio de portugueses.

En 1963, el poeta, productor y compositor Hermínio Bello de Carvalho escuchó a la desconocida Clementina cantando informalmente en el desaparecido bar Taberna da Glória. Al año siguiente la reencontraría en la inauguración del Zicartola (el legendario bar fundado por Cartola y Dona Zica), y nuevamente la perdería de vista. Fue en el tercer encuentro, en 1964, en ese mismo bar, durante la fiesta de Nuestra Señora de la Gloria, cuando se selló una unión sin par en la historia de la música brasileña, la cual duraría hasta la muerte de Clementina y presentaría al país una de sus caras más deslumbrantes: la musicalidad negra.

En diciembre de 1964, a los 62 años, Clementina hizo su imprescindible debut, cantando acompañada por César Faria, Élton Medeiros y el joven Paulino da Viola, en un espectáculo producido por Hermínio. Al año siguiente haría su primera grabación, en el disco Rosa de Ouro, y participaría del espectáculo homónimo. Clementina hacía de Reina Quelé.

En 1966 grabó el primero de los cuatro discos como solista, Clementina, cadê você?, y viajó a Senegal, representando a Brasil en el Festival de Artes Negras de Dakar, y a Francia, para cantar en el Festival de Cine de Cannes. Viajó también por el Norte y el Nordeste de Brasil en 1978, participando del Proyecto Pixinguinha. Grabó discos antológicos de la música brasileña, como el célebre Canto dos Escravos, junto a Geraldo Filme, primer nombre del samba paulista, y a Tia Doca, integrante de la escuela Velha Guarda da Portela.

El 19 de julio de 1987, a los 85 años, Reina Clementina no resistió el quinto derrame y falleció. Pocos artistas fueron a su entierro, pero su escudero Hermínio allí estaba. Con su voz inigualable, Clementina interpretó magistralmente una de las líneas definitorias de la cultura brasileña. A través de sus jongos, lundu , ladainhas, corimás, sambas, caxambus , benditos, modas, vissungos y partidos-altos traspasó la línea ancestral que nos vincula a otro continente y que se perpetúa hace siglos en la oralidad del pueblo. La fascinación que Clementina ejerció quedó evidenciada a través de todos los nombres con los cuales se la recuerda –comenzando por el apodo que recibió instantáneamente, Reina Quelé–: “Madre de todos nosotros”, “Orixá”, “Entidad”, “Reina negra de la voz”, “Horizonte de la música brasileña”.

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por admin Conteúdo atualizado em 05/04/2017 15:55