Imbuaça

Grupo teatral

En actividad desde 1977, el grupo de teatro Imbuaça tiene su sede en la ciudad de Aracaju, capital de Sergipe, el estado más pequeño de Brasil. Superando enormes dificultades para producir cultura, el grupo consolidó un lenguaje autóctono, que incluye elementos de la cultura popular nordestina.

Uno de esos elementos es la literatura de cordel, como queda demostrado en los espectáculos Teatro chamado cordel (1978), que ocupó plazas y calles, y Escreveu não leu, cordel comeu! (1989) para el escenario. Los actores también cantan, bailan, tocan instrumentos y tienen la capacidad de transitar entre espacios abiertos y cerrados.

Uno de los espectáculos callejeros más solicitados del repertorio es Antônio meu santo, que trata sobre cinco devotas del casamentero desesperadas por un marido. Otras obras vinculan la historia a la realidad social contemporánea. A gaiola (1981) exponía las salvajes relaciones laborales en el submundo industrial del capitalismo. Senhor dos labirintos (1999) trató la vida y obra de Arthur Bispo do Rosário (1911-1989), artista visual de Sergipe que pasó cinco décadas internado en un hospital psiquiátrico de Río de Janeiro.

En Os desvalidos (2004), el grupo llevó a la calle y al escenario la obra de un coterráneo, el escritor de novelas Francisco J. C. Dantas. La narrativa parte de la muerte de Lampião, a mediados del siglo XIX, para retratar a hombres y mujeres que viven en el sertón. Aquellas relaciones sociales y arcaicas reflejan la miseria de los días que corren. El espectáculo fue dirigido por Rodolfo García Vázquez, del grupo Os Satyros (del Estado de Paraná), en un curioso intercambio de estéticas distintas.

Durante esos años realizaron una única incursión por los clásicos, Mulheres de Eurípides (1995), que reunió a tres protagonistas de tragedias del autor griego: Hécuba, Fedra y Medea.

Los integrantes del grupo Imbuaça acostumbran alternar la dirección o la dramaturgia, como es el caso de Lindolfo Amaral, Valdice Teles, Antonio Santos, Mariano Antonio y João Marcelino, oriundo de Rio Grande do Norte, quien colaboró en múltiples oportunidades con la escenografía y el vestuario.

Un antiguo edificio escolar abandonado en el barrio Santo Antonio, en la zona norte de Aracaju, fue invadido por el grupo a comienzos de los años 90. Una vez legalizada la ocupación, se convirtió en un espacio para presentaciones y proyectos comunitarios como Zabumbadores do Folclore, un cortejo de grupos folclóricos que recorría la región, y Mané Preto, talleres de teatro, danza y música para niños y adolescentes.

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por admin Conteúdo atualizado em 17/04/2017 21:09